Apoyar a la Selección y nada más
Piqué votando en el referéndum ilegal del pasado domingo |
Nunca me gustó mezclar política con deporte, de hecho, en este blog jamás lo he hecho. Pero llega un momento en el que una persona no se puede quedar callada cuando se traspasan las líneas básicas de convivencia. Es más, voy a intentar centrarme en la cuestión de saber discernir entre lo que es legal y lo que no lo es. Gerard Piqué apoyó claramente un referéndum ilegal en el cual Cataluña se hizo un simulacro de consulta al pueblo en nombre de la democracia: si querían o no separarse del resto de España. En cuanto se indica que algo es ilegal, un ciudadano de cualquier país del mundo sabe que no debe traspasar esa línea, y que si lo hace eso tendrá sus consecuencias dependiendo de la gravedad del incumplimiento de esas leyes de convivencia democrática.
El problema es cuando los dirigentes no sólo avalan el incumplimiento de esa ley, sino que encima arremeten contra los policías que cumplen con su deber, ensalzan a los que no lo hacen (los Mossos), e incitan a que el pueblo salga a la calle a defender sus derechos (insisto, después de saltarse la ley). La imprudencia y la traición de estos últimos al no cumplir lo pactado, dejó en un completo desamparo tanto a la Policía como a la Guardia Civil. Se hicieron campañas con falsas fotos, con supuestas agresiones en las que la Policía había roto las manos de una chica, etc. Con los días se fueron desmontando la mayoría de esos montajes, y la propaganda fue perdiendo apoyos. Más aún viendo el lamentable trato que se les está dando a los cuerpos de seguridad del estado a los cuales ni siquiera se les proporciona un lugar digno para su descanso.
Piqué en la manifestación separatista de 2014 acompañado de su hijo (foto publicada en su Twitter) |
Todo lo vivido durante estos días ha sido una magnífica campaña de ingeniería social. Provocando situaciones que despiertan fuertes emociones, justo el estado ideal para poder manipular a un conjunto de personas a las que has incitado a salir a la calle. Si consigues controlar todas las variables hasta en un principio puede salirte bien la jugada. El problema es que el tiempo pone a cada cual en su sitio, y la verdad suele salir a la luz.
¿Por qué he realizado esta exposición? Muy sencillo. Porque considero que Gerard Piqué ha sido desleal a sus compañeros de selección, muy especialmente a Sergio Ramos, que cuando España jugó en el Santiago Bernabéu medió para que el catalán no fuera pitado. ¿La respuesta de éste? meter más leña al fuego para que le vuelvan a pitar, se haga la víctima diciendo que si molesta se va, y bla, bla, bla... En definitiva, me da la impresión de que está siguiendo la misma táctica de jugar con nuestras emociones para poder ayudar a la causa.
Piqué votando en el referéndum ilegal de 2015 |
Por todo lo aquí expuesto, si eres alguno de los espectadores que este viernes tendrá la suerte de presenciar el partido entre España y Albania, os pido que no le sigáis el juego a Piqué. La imagen de ser pitado se puede convertir en un argumento más para aumentar la espiral de odio que comenzó con el desafío soberanista. Hay que parar esa espiral, y la mejor forma de hacerlo en disfrutar de este bello deporte, apoyando y animando a nuestra selección, sin caer en provocaciones. Si se logra salir de esta crisis, seguramente se haga una consulta legal, y es ahí donde podremos expresar nuestra opinión sin caer en sus trampas.
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