Pedja Mijatovic - Revista Oficial del Real Madrid (1999)

Entrevista a Pedja Mijatovic - Revista Oficial del Real Madrid (1999)

En Abril del año 1999, la Revista Oficial del Real Madrid publicó una entrevista realizada a Pedja Mijatovic. A final de esa temporada, el montenegrino culminaría su etapa en el Real Madrid para partir hacia el Calcio y ser la nueva estrella de la Fiorentina:

- ¿La gente conoce al verdadero Mijatovic?

- Quienes han llegado a conocerme un poquito suben que soy una persona sencilla. No voy de estrella ni pretendo ganarme el cariño de la gente con mi dinero. Me gusta ser amable y ayudar a los demás. Hay mucha gente que no me conocía, y cuando lo ha hecho se ha sorprendido de que fuera realmente así. Soy un hombre serio, muy recto, y así lo saben mis familiares y amigos. Ellos saben que no tengo dobleces ni caras falsas. Que me gusta mirara los ojos. 

- Esa imagen tan íntima, ¿se puede dura conocer a los demás? 

- Por supuesto. Me gusta acercarme a la gente, conocerles. Esta claro que si firmo autógrafos después de un entrenamiento, no puedo atender a las mil personas que me lo piden. Pero al menos les tengo que dar una razón: "lo siento, pero tengo prisa", "mañana firmaré más". Porque ellos se han acercado a una estrella a la que no conocen en realidad. Es muy feo subirse al coche y salir acelerando, sin mirar atrás. Se merecen unas palabras, una explicación. Y se quedan contentos: "al menos ha hablado con nosotros, nos ha respetado"

- ¿Te consideras una persona sensible?

- Creo que soy sensible, pero hay circunstancias en la vida que te hacen madurar. Y a veces te ves obligado a ponerte una coraza, un "tipo de defensa" ante lo que sucede a tu alrededor. Si eres muy sensible, cualquier circunstancia negativa te impide concentrarte en tu trabajo y terminas pasándolo mal. Muestro mi sensibilidad con la familia, con mis amigos más íntimos. Soy un buen padre, un buen amigo, pero en el trabajo y en las circunstancias de la vida debo actuar de otra manera. Es una manera de defenderme. 

- Esa sensibilidad se advierte en detalles bonitos, como dedicarle un gol a Álvaro.

- Álvaro es un excelente chaval que lo está pasando mal con las lesiones. Es una situación muy dura para cualquier profesional, pero mucho más para él, que es un chico joven, por eso hay que animarle en todos los sentidos. Hablé con él y le dije que si marcaba le dedicaría el gol. Álvaro sabe que haría muchas cosas por él, como por los demás compañeros.

LA AMISTAD

- ¿Es difícil encontrar amistad dentro de un vestuario?

- Con unos compañeros te llevas mejor que con otros, pero en general tengo una buena amistad con todos. Algunos futbolistas están equivocados. Piensan que se puede mantener una buena relación con la gente y luego, cuando te retiras, olvidarte de todo. No comparto esa idea. Yo quiero formar un grupo de amigos, ya sea dentro del fútbol o fuera de él y mantener esos lazos de unión para siempre.

- Pero en este mundo del fútbol, no debe ser fácil encontrar verdaderos amigos.

- En este mundo hay muchas personas falsas que se aprovechan de ti en los buenos momentos y que desaparecen cuando llegan los malos tiempos. Pero también se pueden encontrar grandes amigos. Puede que necesites algún tiempo para aprenderlo, pero yo Ilevo doce años de profesional y no suelo equivocarme con la gente. Me basta con mirarles a los ojos. Nada más conocer a alguien ya sé por dónde va.

- Y esa amistad lograda, no la separa ya ni una guerra. 

- En efecto, la guerra nos separó, nos dividió en bandos, pero no me hizo perder amigos Si algo me produjo la guerra, es dolor. Dolor por aquellos seres queridos que han perdido familiares, dolor al ver un país roto. Pero hay que ser fuerte, y procurar apartarse de todo ello. Los deportistas hacemos felices a mucha gente y no debemos opinar sobre política, porque ni los propios políticos saben realmente lo que sucedió en Yugoslavia, o lo que está sucediendo ahora en Kosovo.

ANDREA

- Has jugado en España conviviendo con ese dolor. Y has logrado que no se notase en el campo. Con ese dolor y con otro más cercano que te podía afectar aún más, como la enfermedad de tu hijo Andrea. 

- El problema con mi hijo Andrea lo estoy resolviendo de una manera que puede resultar muy simple hablando, pero que resulta muy difícil en la vida real. Gracias a Dios, la familia que cuida a mi hijo en Valencia lo trata como si fuera su hijo, y esa tranquilidad que recibo de estas personas me permite concentrarme en mi trabajo. Creo que lo que le está dando la familia Cervera yo no se lo podría dar aquí, con la vida que llevo y las obligaciones que tengo. La familia Cervera tiene una importancia enorme en mi vida, desde que mi hijo nació hace cuatro años. 

- ¿Es difícil convivir con un problema y que no te afecte en el campo ? 

- Siempre tengo que estar alerta, pendiente. Andrea está mejorando dentro de su enfermedad pero sabes que en cualquier momento te puede dar un susto. Con el tiempo te acostumbras a vivir con este tipo de presión. He madurado muchísimo gracias a Andrea, me ha ayudado a valorar las cosas que son realmente importantes, las que de verdad me deben afectar. Le quiero con toda mi alma y me da mucha fuerza. A veces me considero un privilegiado. He conocido a mucha gente que tiene problemas incluso peores con sus hijos, y no tienen la posibilidades económicas que tengo yo para darles todo lo que necesitan. Por Andrea quiero ser el mejor jugador. Él me ayuda a concentrarme y mejorar en mi trabajo. 

- Pero el público que acude al campo ve (y exige) al astro multimillonario, no al padre que tiene a su hijo hospitalizado. ¿Se hace duro?

- No te puedo pedir a ochenta mil personas que me comprendan. Ellos quieren ver ganar a su equipo, así que no tengo que contarles mi problema. Soy un profesional que actúa como lo harían ellos, porque seguro que cada espectador tiene sus propios problemas y sigue mirando hacia adelante.

- ¿Has llegado a sentirte solo ante ochenta mil personas?

- Nunca, porque siempre tengo el apoyo de mis compañeros. Cuando mi hijo ha estado ingresado, mis compañeros me han dado fuerzas, me han ayudado, me han dedicado la victoria, como sucedió en la Copa Intercontinental. Y ese apoyo me proporciona una fuerza extra, es una sensación que no se puede explicar con palabras. Saco de dentro lo mejor de mí porque sé que están sufriendo conmigo. Nos unimos y en ese momento no existe en el mundo ningún equipo más fuerte que nosotros.

- Pero esa unidad se vuelve contradicción cuando se airean públicamente vuestros roces en el vestuario.

- En todos los vestuarios hay problemas, pero hay algo que mantiene unido al grupo siempre. Yo llevo dos años y medio aquí y he conseguido prácticamente todo lo que se puede conseguir en el mundo del fútbol.  Ningún buen ambiente se aguanta si no llegan los títulos. Podemos querernos mucho, ser como hermanos, vivir en la misma vivienda, pero si no se consiguen títulos, todo se derrumba. Eso no quita que debamos resolver determinadas situaciones. Cuando nuestras reuniones privadas salen publicadas en los medios de comunicación, te sientes traicionado. Espero que no vuelva a pasar.

UN HOMBRE FELIZ

Mijatovic ha recuperado la felicidad. Tras separación matrimonial de Elena y unos años donde se ha convertido en objetivo prioritario de los paparazzis, Pedja ha iniciado una nueva etapa de su vida junto a Anetta Milicevit, una bella yugoslava con la que comparte su corazón desde hace ocho meses. Una relación que le ha devuelto la tranquilidad, y que le aleja de un mundo en el que se vio involuntariamente atrapado: la prensa del corazón. 

- ¿Eres ahora feliz?

- Sí, desde hace unos meses estoy viviendo con mi novia y me encuentro muy feliz, valorando las cosas que me ha dado la vida. La experiencia acumulada me permite comprender mejor las cosas.

- Es una felicidad entendida cúmulo de muchas vivencias, el fruto de la experiencia. 

- Claro, me siento feliz por todo cuanto me ha dado la vida, porque me considero un hombre afortunado, y no lo digo para quedar bien de cara al público. Todo lo que tengo lo he conseguido por méritos propios, me siento importante porque muchos familiares dependen económicamente de mí, y es muy bonito sentirlos cerca, que estemos tan unidos y nos queramos tanto. Puede sonar pretencioso, pero ojalá mis hijos sean tan buenas personas como soy yo, ojalá sean profesionales honestos que se ganen la vida por ellos mismos. 

- ¿Es el momento ideal para aumentar la familia? ¿Te gustaría tener más hijos?

- Me encantaría tener un hijo, es una idea que nos estamos planteando. Uno o varios más. porque es lo más bonito que le puede suceder a un ser humano. De cualquier forma, estas cosas hay que afrontarlas con la cabeza fría. Lo más fácil es hacerlo, lo difícil es darle una buena educación, enseñarle el camino correcto... Tengo un lema: "Hijo pequeño, pequeños problemas; hijo grande, grandes problemas". No hay nada más difícil para un padre sacar a un hijo adelante y conseguir que sea una persona honesta, recta y trabajadora.

- ¿Te gustaría que tu hijo Luka fuera futbolista?

- Me gustaría, pero no le voy a presionar. Aunque vive en Belgrado hablamos todos los días, y siempre me pregunta por mis compañeros, por el fútbol. Tiene mucho talento y le apasiona el fútbol, pero lo importante ahora es que reciba una buena educación. Cuando llegue el momento, que elija lo que le atraiga. En junio cumplirá siete años, y si un día decide dedicarse al fútbol de alto nivel, mi obligación como padre será ayudarle, pero sin meterme en su vida, porque sería lo peor que podría hacer.

- Si llegara ese momento, ¿qué consejos le darías?

- Le diría que el fútbol no es tan maravilloso como parece desde fuera, que no piense que esto es un paraíso. Le explicaría lo que se siente cuando estás lesionado y no te recuperas. O cuando te dan la baja. Le diría que hay muchas futbolistas en el mundo y muy pocos que llegan a ser estrellas.

EL FUTURO

- ¿Empiezas a percibir la vida que hay después del fútbol?

- Cuando te acercas a una edad como la mía, comprendes que la vida no se acaba con el fútbol. Sé que cuando me retire me quedarán 35 ó 40 años por delante, y si no has asimilado bien todas las experiencias, puedes tener problemas. El dinero no lo es todo y que hay que conseguir otras cosas.

- ¿Sabes a qué te dedicarás en el futuro? 

- Aún no, porque lo primero es mi profesión. El fútbol me lo ha dado todo y tengo que respetarlo hasta el último día. Todo lo que soy lo he conseguido gracias al fútbol y eso se merece un respeto. 

UN POCO DE FÚTBOL

- Mijatovic le costó 320 millones de pesetas al Valencia (1993) y 1250 millones al Real Madrid (96). ¿Cuánto cuesta Mijatovic ahora? 

- No lo sé, pero aunque me duela reconocerlo, esto es un mercado; el futbolista es un producto, nos utilizan varios años y luego nos venden: somos como ropa. El Real Madrid pagó 10 millones de dólares, era el traspaso más alto hasta la fecha, pero sumando lo que ha pasado en estos dos años y medio (y lo que va a pasar), creo que puedo ser una buena inversión

- ¿Te preocupan los rumores sobre posibles bajas al final de temporada?

- Soy feliz en el Real Madrid, pero si en un momento determinado me plantean que me tengo que marchar, lo haré. Nunca he jugado ni jugaré en un club que no confíe en mí. No quiero ganar dinero sin hacer nada, quiero participar. Todo lo que tengo lo he ganado por méritos propios, me he llevado siempre bien con todos los entrenadores, siempre he sido titular. Soy un profesional que da el máximo en cada partido, que jamás ha descansado pensando en otros partidos importantes. No sólo debe reconocerse trabajo, también mi fidelidad.

- Fidelidad al Real Madrid, y también al número 8.

- Me encanta el número 8, lo veo muy místico. Son dos círculos unidos, y no hay nada más místico que una circunferencia. Todavía se sigue teorizando, descubriendo cosas sobre el círculo. Puedes recorrerlo, darle vueltas hasta perder la cabeza y no saber dónde empieza y dónde acabará. Como la vida, como una carrera profesional.

- Esperamos que la tuya acabe en el Real Madrid, y ¡ además cumpliendo unos objetivos que te marcaste a tu llegada: querías ganar tres ligas, dos Copas de Europa y una Bota de Oro. ¿Estamos en el camino?

- Desde luego. Ya tengo una Liga, una Copa de Europa v una Intercontinental. Ahora hay que repetirlo. Y este año he sido Bota de Plata. Se me escapó por poco. Hasta hace pocos años sólo participaban jugadores europeos, por eso siento esa Bota de Oro como un poco mía, aunque se la dieran a Ronaldo. El Mundial me perjudicó, no tuve suerte, pero ese trofeo sigue siendo mi gran reto personal. En lo colectivo, sé que me quedan tres años en un gran club que me va a permitir estar en todas las competiciones importantes. Puedo cumplir esos objetivos porque depende de mí mismo. Si cuando llegué al Real Madrid un adivino me hubiera pronosticado todo lo que he conseguido, no le hubiera creído. Parece increíble haber ganado todo ésto después de 32 años y de grandes generaciones de futbolistas que no lo han conseguido. No existe un sueño así. ¿ Porqué no voy ahora a creer que puedo hacerlo de nuevo? Tengo una regla no escrita, pero que siempre se cumple: cada año he conseguido títulos importantes con el Real Madrid. Ahora el adivino soy yo: este año también acabará así.