Entrevista a George Karl - Revista Oficial del Real Madrid (1992)
MÁS DIFÍCIL TODAVÍA
Evidentemente George Karl despierta pasiones, buenas y malas, odios sin barreras, amores sin fronteras... Despierta, incluso, a algunos monstruos antediluvianos que arremeten contra él, utilizando todas sus armas y aliados, todo menos la indiferencia.
George se queja siempre, y muy amargamente, porque no puede entender el porqué de tantos "palos" por parte de la prensa, cuando nadie en el tiempo que lleva aquí se ha dirigido a él para preguntarle cosas acerca de sus sistemas, tanto de juego como de trabajo, de su filosofía del baloncesto.
- Es sorprendente. Me critican por hacer muchos cambios, pero nadie me pregunta: ¿George, a qué viene tanto cambio?, ¿qué buscas con todo esto? Nadie me lo ha preguntado. Desde que llegué al Madrid sólo he recibido críticas, tanto a mí como a mis jugadores. Parece que hay prisas para hacernos fracasar, parece que somos el objetivo de algo o de alguien. No lo entiendo, si yo fuera periodista querría saber qué piensa este coach americano.
- La primera pregunta, dicen, siempre es la más difícil, la que abre el fuego, la que debe ser más imaginativa para quedar bien ante el lector y yo, después de mucho pensar, creo que la tengo. George, ¿por qué tantos cambios?
- Cuando eres entrenador de un equipo tu principal obligación es conocer perfectamente a tus jugadores, conocer sus puntos fuertes y, claro está, sus puntos débiles. En el Real Madrid tenemos nueve grandes especialistas, por esta razón creo que nuestro juego tiene que ser rápido, con defensas muy agresivas. Tenemos que agotar, extenuar al contrario, la fatiga es parte del básket y debemos convertirla en nuestra aliada. No debemos temerla, para eso tenemos nueve buenos jugadores. El que está en cancha debe entrar entero, fuerte y hacer su papel al ciento por ciento. A lo mejor sólo puede hacerlo tres minutos o, quizá, quince. Ahí estoy yo para ayudar a mis jugadores.
- Pero esta filosofía, al ser nueva, te está trayendo muchas críticas. ¿Crees, además, que es la más adecuada para el Real Madrid?
- El número de jugadores de calidad es el adecuado, es difícil jugar rápido en un equipo malo al no haber posibilidad de cambios sin bajar el nivel del juego. Nosotros podemos hacerlo, tenemos la calidad suficiente y la energía para ser un equipo duro, con defensa agresiva y ataque fulgurante; tenemos todas las posibilidades para ahogar a nuestros rivales en defensa y hacerles canasta sin que tengan tiempo de colocarse.
- ¿Esa es tu filosofía del baloncesto?
- El equipo dicta tu filosofía. En pretemporada, sin Antonio y sin Ricky, nuestra filosofía era distinta, era de pasar y de jugar, las cosas nos salieron bien, pero ahora mi equipo, con dos pivots, es otro y mi filosofía también es otra; ahora hay puntos fuertes, nuevos, y debo sacar provecho de ellos. También hay cosas que debo tapar.
- Cuando regresaste a Madrid, el pasado verano, recuerdo que venías feliz y me dijiste que tenías ganas de terminar un trabajo que dejaste a medias. ¿En qué punto se encuentra ahora ese trabajo?
- La verdad es que el trabajo que yo dejé empezado sólo lo puedo continuar a medias, la realidad del equipo es otra. Aquí se han abandonado ciertos fundamentos de juego esenciales para nosotros, como moverse sin el balón, pasar, entender la defensa como algo sólido. Ahora es tiempo de cambiar los hábitos para mejor, eso es, un trabajo día a día, pero no puedo garantizar que se logre en una temporada, hay mucho trabajo por hacer. Mi equipo está trabajando muy duro en ello. Los jugadores no están contentos con la forma en que juegan, yo tampoco, por eso es importante que no nos dejemos influir por presiones ajenas al club y al equipo, sabemos exactamente lo que estamos haciendo mal y creo saber por qué lo estamos haciendo.
- ¿Por qué?
- Ese es un tema digamos que "íntimo". De mi equipo sólo voy a decir que ese tema está ya en vías de superación. Hay que aprender a veces a superar cosas que parecen tan sencillas que crees que no existen, pero están ahí y hemos de trabajarlas para que nuestro juego sea como todos queremos. Yo hablo mucho con mis jugadores y quiero que los sistemas sean bien entendidos, que les parezcan fáciles. Lo hago por ellos, para ayudarles en la batalla cuerpo a cuerpo que es un partido.
- Este verano hablaste de tu regreso a Madrid y al Madrid como una vuelta a casa, incluso rechazaste ofertas de equipos españoles e italianos esperando tu vuelta a Madrid. ¿Ahora sigues pensando que estás en casa?
- Este es un sentimiento que está por encima de derrotas o victorias, es algo particular, personal diría yo. A nivel deportivo Madrid y el Madrid pueden ser el cielo o el infierno, depende de cómo juegues. Siempre sientes presión. La tristeza del Madrid es que ganar no siempre trae felicidad, y eso es parte del infierno que vivimos. En Estados Unidos es un piropo para un equipo ganar incluso jugando mal, porque todo el mundo piensa que de¬ben ser muy poderosos para conseguirlo. En el Madrid no siempre te resulta positivo ganar. En Israel, por ejemplo, nadie contó todo lo que pasó hasta saltar a la cancha y luego, aun ganando, algunos hablaban de miserias y de cosas semejantes.
- ¿Crees que la prensa no está siendo justa ni con el equipo ni contigo?
- Nunca se puede generalizar, pero parte de la prensa tiene algo en contra nuestra y nos lo hace pagar siempre que puede; el otro día, frente a los yugoslavos del Olimpya, nadie quiso recordar que este equipo estuvo el año pasado en los play- off para el título de Yugoslavia. Es más, según ponían en algunos periódicos eran cinco amigos. Después del partido ya eran mejores, pero como habíamos ganado tampoco era tanto. A mí me parecieron más que un buen equipo, hecho y sólido, al estilo yugoslavo. El caso opuesto es el Estudiantes, que se derrumbó en Holanda y la prensa habla de mala suerte y falta de experiencia o de mala cancha. Del Barcelona, en La Coruña, tras ganar al antiguo Pop 84 (que de los campeones sólo quedan seis jugadores y la estrella es uno que jugaba apenas unos minutos), ya se habla de gran hombrada y cosas así. Creo que hay distintas medidas en algunas personas que tienen que opinar al respecto, pero ellos sabrán; yo sólo les pido respeto a las personas y a los profesionales.
- George Karl es un hombre tremendamente sincero. Es incapaz de callarse algo que le parezca injusto, pero al mismo tiempo es asequible a los medios de comunicación y, sobre todo, él está convencido de que parte de su trabajo es el diálogo con los periodistas. Para ello el "coach" se encierra tres horas diarias, los días que está en Madrid, con una profesora particular, y lo cierto es que los adelantos empiezan a notarse.
- Es una necesidad para mí hablar castellano. Necesito hablar con la gente, porque yo creo que lo que más me gusta de España es su gente, su manera de ser. Yo siempre le digo a mi mujer que debe ser hermoso ser español y entender, por haber nacido aquí, todo lo que nos rodea, el carácter de las personas, porque son como tú.
- George, aprovechando que tú eres un gran conocedor de la NBA, ¿qué opinión tienes respecto a posibles jugadores en América? Veo que le ha hecho gracia esta pregunta, se sonríe con sus ojillos picaruelos y se prepara la respuesta; como siempre, tarda antes de contestar. Le gusta pensar lo que va a decir.
- Se dicen muchas cosas que no tienen sentido ni base alguna, nadie sabe de dónde vienen las noticias acerca de los "scauting" (informes) sobre tal o cual jugador. Un día sale en una radio y al día siguiente lo publican en los periódicos, nadie llama a los equipos para confirmar y contrastar información. La NBA gasta muchos dólares en fichajes. Yo creo que en España sólo hay dos jugadores NBA, y son: Antonio Martín y Jordi Villacampa. Por ellos sí que están interesados. Allí, de los otros, se abren expedientes para llevar sus estadísticas y puedo decir que todos los jugadores del Real Madrid tienen algún expediente en los equipos NBA.
- George Karl es licenciado en Psicología por la Universidad, y, como psicólogo, le propongo un juego para saber qué piensa de sus jugadores. Yo digo un nombre y él me dice lo primero que se le ocurre de la persona como jugador. Atentos, que puede ser divertido:
- Llorente: Luchador.
- Antúnez: Ama el baloncesto.
- Biriukov: El pilar del equipo.
- Villalobos: Mi defensor favorito.
- Martín: El mejor cuando defiende.
- Cargol: Es excitante verle jugar.
- Romay: Me ha sorprendido gratamente.
- Brown: Consistente.
- Simpson: Demasiada intensidad.
- Y, por último, otra pregunta llena de psicología e imaginación. ¿Eres un hombre tranquilo a estas alturas de la temporada?
- Nunca soy un hombre tranquilo durante la temporada.
Este es George Karl, psicólogo de profesión y entrenador de vocación, un hombre que, además, estudia el baloncesto como un científico. Ha dedicado su vida a aprender día a día y ahora aquí está intentando demostrar lo que sabe. Nuestro baloncesto está en buenas manos y, sobre todo en manos de un hombre que merece el respeto y la confianza de nuestro club para seguir trabajando, aunque a algunos les pese.
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