- El conocido piloto de motos Fonsi Nieto, sobrino de Ángel Nieto, es un gran madridista desde muy temprana edad ya su afición le viene de:...
- El conocido piloto de motos Fonsi Nieto, sobrino de Ángel Nieto, es un gran madridista desde muy temprana edad ya su afición le viene de:
Mi padre, él siempre ha sido madridista. Ya siendo un niño mi padre me sacó el carnet de socio. Como a todos los niños, me gustaba mucho jugar al fútbol en el colegio. Lo que realmente me gustaba era ser portero; siempre me ponía en la portería cuando hacíamos la liguilla entre los colegios. Pero tampoco era demasiado bueno. La verdad es que desde pequeño ya tenía muy claro que lo que me gustaba eran las motos, pero claro, en el recreo del colegio solamente podía jugar al fútbol
- No recuerda con exactitud su primero visita al Bernabéu: "porque era muy pequeño, pero me acuerdo de haber ido al estadio con mi tío y con mi padre a ver jugar a Butragueño y a toda la famosa Quinta del Buitre".
Fonsi considera que el ambiente futbolero es muy distinto al que puede vivirse en un circuito de motos:
Ve comparable la sensación de ganar un Gran Premio a la de ganar un título de fútbol:
Fonsi considera que el ambiente futbolero es muy distinto al que puede vivirse en un circuito de motos:
Yo creo que es diferente. Un estadio de fútbol es más como una olla a presión, pero en Jerez, cuando gané, había más de 150.000 personas. Son como dos Bernabéus, casi todos apostados en la misma curva, e imagínate en la vuelta de honor, cuando pasaba delante de ellos realmente se me caía el alma a los pies. Tantas personas gritando tu nombre es una sensación increíble.En una moto también se siente el calor del público:
Sí que se siente. Además, los pilotos españoles tenemos mucha suerte de tener tres carreras del mundial en España, y sí que se nota. No sólo es una ventaja por conocer el circuito, el factor del público es también muy importante a lo largo de todo el campeonato.
Ve comparable la sensación de ganar un Gran Premio a la de ganar un título de fútbol:
Tengo muy presente el recuerdo de las últimas cinco vueltas en Jerez donde sentía a la gente gritando con la misma pasión que en un campo de fútbol, lo estaban celebrando como si hubiese metido un gol.
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