Ramón Calderón, no contento con su exhibición de ayer, ha decidido volver a meter la pata en el día de hoy recreándonos con una de sus mejor...
Ramón Calderón, no contento con su exhibición de ayer, ha decidido volver a meter la pata en el día de hoy recreándonos con una de sus mejores "cualidades": hablar más de la cuenta... En esta ocasión le tocó a Beckham sufrir una de sus salidas de tono. El presidente blanco, que se encontraba en París viendo a Rafael Nadal en la final de Roland Garros, empezó hablando, y con toda la razón, de las viturdes del inglés, "Beckham ha demostrado que es un grandísimo jugador, con un gran pundonor", y continuo en la misma linea: "está actuando a un gran nivel y ayer (por el sábado) luchó incluso medio lesionado contra el Zaragoza. El público de Madrid le quiere, y a mí me gustaría que se quedase en el equipo" y como no pudo parar de hablar y de hablar, acabó, cómo no, emocionándose demasiado y diciendo cosas que un presidente de una entidad como el Real Madrid no debe decir nunca: "Hay que sentarse con él, sus representantes y con Mijatovic, ver esa cláusula, y decidir entre todos, pero a mí me encantaría que permaneciese en el club" a lo que añadió: "hubo un enfado por el anuncio prematuro de su salida, pero ahora vamos hacer el esfuerzo para que se quede". Ante tal metedura de pata, al representante del jugador, Simon Oliveira, no le quedó otro remedio que salir en defensa de su cliente: "no hay intención de no cumplir el acuerdo con los Galaxy", "David está deseando irse a Estados Unidos, aunque antes quiere terminar su carrera en el Real Madrid con una nota alta y ganando la Liga". Desde luego, Ramón Calderón puede estar orgulloso de haber logrado, en tan solo 24 horas, dos meteduras de pata como la copa de un pino. Y yo que ya me estaba haciendo ilusiones después de ver cómo el presidente pasaba dos meses comedido y tranquilo... Pero, nada, parece que este hombre no tiene remedio y vuelve a las andadas... Esperemos que no haya metido en un lío a David Beckham porque recordemos que, tanto el centrocampista como su mujer, ya tienen firmados unos cuantos contratos por tierras americanas y, este deseando o no irse, no le va a quedar otro remedio que cruzar el charco a final de temporada. Desde aquí le deseamos toda la suerte del mundo, tanto como necesitamos los madridistas para que nuestro máximo representante no vuelve a hacer de las suyas y dejar, por enésima vez, el prestigio del Madrid por los suelos...
COMENTARIOS