Por fin se gana en el Santiago Bernabéu, tras una nefasta racha de resultado negativos en casa, el Real Madrid ha conseguido una muy importa...
Por fin se gana en el Santiago Bernabéu, tras una nefasta racha de resultado negativos en casa, el Real Madrid ha conseguido una muy importante victoria que le coloca en tercera posición. Tras cinco minutos de partido todo parecía un camino de rosa para el equipo blanco ya que César Navas realiza una clara falta sobre Van Nistelrooy que, dejando atrás a todos los defensas, encaraba la meta catalana con la mente puesta en el gol. Pero la realidad fue bien diferente. En toda la primera parte los jugadores blancos fueron incapaces de marcar, realizando un juego aburrido y desesperante, logrando que la grada protestara en el descanso con unos tímidos silbidos. En la segunda mitad todo cambió con la entrada de un sólo hombre, Robinho, que revolucionó el juego de ataque con sus desequilibrantes entradas por bandas, logrando contagiar a sus compañeros de su entusiasmo, y siendo el autor del primer gol del partido en el minuto 55. Raúl recibe un balón de Robinho dentro del área, el capitán intenta controlar y chutar pero, una vez más, vuelve a fallar y, ya a la desesperada y para no perder el balón , logra dar una pase a Van Nistelrooy quien centra a la izquiera para que Robinho marque el primer tanto. De nuevo vuelve a brillar el brasileño, que fue, después de celebrarlo con sus compañeros de campo, fue corriendo al banquillo para compartir su alegría con su compatriota Emerson. Tras varias claras ocasiones falladas inexplicablemente por Higuaín y Van Nistelrooy, llegaba el segundo gol del partido en una jugada iniciada por Robinho, el mejor del partido sin duda alguna, quien realiza un precioso pase en globo haci a Míchel Salgado quien consigue meter un preciso pase al centro del área. Tan preciso que lo único que tenía que hacer el capitán blanco era dar un pequeño cabezazo para que el balón entrara en la portería. A pesar de su "esfuerzo" Raúl no lo consigue y ve cómo el balón le pasa por delante sin poder hacer nada. No obstante, el balón pega en el defensa del Nástic David García y mete un gol en propia meta desmostrándole a Raúl que lo difícil ante semejante centro era fallarlo... Ante la sorpresa de sus compañeros (quiénes pasaron olímpicamente de él y fueron a felicitar al verdadero artítifice del gol: Michel Salgado) el capitán celebra el gol como propio, realizando su típico beso al anillo y dándose pequeños golpecitos en el corazón (tal y como había hecho en sus tres anteriores goles en liga), estos últimos ya tímidamente, quizá los remordimientos de conciencia hacían mella en él, pero si cuela, ¿por qué no hacerlo? Así aumentaba su estadística personal que, al fin y al cabo, parece que es lo único que le interesa al siete blanco. Se ve que lo suyo son los números, ya sean en cuenta bancaria o en récords que puedan ser históricos... Sin embargo, y como era de esperar ante una jugada tan clara, el gol no le fue concedido y en las estadísticas no quedará reflejado su gol, sino el de David García en propia meta. El resto del encuentro pasó sin pena ni gloria, dejando de nuevo en evidencia las dificultades que atraviesa el Madrid esta temporada en su propio campo y que tantos disgustos ha provocado a la afición. Esperemos que esta victoria el equipo madrileño logre olvidar ese miedo escénico que le provoca el Bernabéu, algo insólito en cualquier otro club, ya que, dicho miedo, tendrían que tenerlo los rivales y no los locales... Pero el Madrid de Calderón es así de surrealista...
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