El diario deportivo As ha conseguido una suculenta entrevista a Ronaldo. El brasileño, muy al contrario que Raúl, habla claro y sin refug...
El diario deportivo As ha conseguido una suculenta entrevista a Ronaldo. El brasileño, muy al contrario que Raúl, habla claro y sin refugiarse en las ambigüedades propias del capitán. Es una pena que una entidad como el Real Madrid haya acabo de forma tan pésima con el mejor delantero del mundo. Y, según nos desvela en esta entrevista, han mentido a Roberto Carlos, un jugador que, al igual que Ronaldo, lo ha dado todo por el club.
Reproduzco aquí la entrevista del Diario As:
-Le acabamos de oír hablar con la gente del Milán en un italiano que firmaría Garibaldi. ¿Cuántos idiomas habla usted?
-Español, italiano, portugués, inglés y todavía me acuerdo de cosas en holandés que aprendí en mi etapa del PSV. Y también hablo el idioma de las mujeres, que es el más complicado.
- Se le ve feliz, como si le hubiera quitado un peso en encima...
-Sí, seguro, soy muy feliz, mucho. Me han dado la posibilidad de jugar al fútbol y de sentirme realizado como persona y en mi profesión. Tal y como se trabaja en este club, no hay más remedio que estar contento. Y optimista.
- ¿Acaso en el Milán se trabaja mucho mejor que en el Madrid y, por extensión, que en el fútbol español?
- Por mi experiencia en el fútbol puedo afirmar que como se trabaja en el Milán no se trabaja en ningún lado. Lo dije nada más llegar y los de aquí al lado (se refiere al Inter) se enfadaron. La verdad es que no es comparable. El Milán te lo da todo para estar al cien por cien continuamente. Está el Milán-LAB, el laboratorio del club, donde realizan un seguimiento diario de los jugadores desde el cansancio al ácido láctico, ¡je, je! Los test físicos están a la orden del día, son mil cosas dirigidas a que el futbolista sea siempre un diez.
- ¿Pero un futbolista como usted no estaba más cómodo en el fútbol español?
- Aquí te castigan más. El fútbol italiano no cambia, lo he encontrado como siempre. Duro, intenso, con muchas patadas. Sin duda el español es algo más tranquilo, pero el nivel es similar, el nivel de exigencia digo.
- ¿Dónde le han pegado más?
- ¡En todos los partidos! Aquí no se puede destacar a un defensa ni a un equipo, pues todos interpretan el trabajo defensivo de la misma manera. Lo único que puedo asegurar es que acabo los partidos lleno de golpes.
- Oyéndole hablar así me cuesta entender cómo, tras su salida del Madrid, se le acusó de falta de compromiso con el club e incluso con el fútbol.
- Yo tuve un compromiso absoluto con el Real Madrid. Un compromiso honesto, de verdad. Nunca falté a un entrenamiento ni a un acto de importancia para el club. Fui el que más aporté en el capítulo del márketing, en todo lo relacionado con los ingresos que un futbolista pueda generar. Y en el campo lo di todo siempre, unas veces me salió mejor y otras peor, no sé cómo se puede decir que yo no estaba implicado. No es verdad y, en todo caso, no dejaron que me siguiera implicando. Me invitaron a salir un año y medio antes de acabar mi contrato.
- ¿Le queda algo de madridista?
- Por supuesto que sí. Estuve muchos años y encantado todo el tiempo de haber jugado en el Madrid. El final fue fatal, pero tengo claro que ni lo busqué ni fue culpa mía. Sigo sus partidos y quiero que gane, por mis amigos, que he dejado muchos. Que gane y que juegue bien. Que el madridismo sea feliz. Yo sigo siendo madridista.
- Estos días ha regresado de las tinieblas la Cofradía del Clavo Ardiendo. ¿Se siente cofrade?
- ¡Je, je! Sí, espero que el Madrid gane la Liga y esa Cofradía se salga con la suya. Pero lo tiene difícil. De todas maneras, el Sevilla y el Barcelona, incluso el Valencia, están regalando oportunidades tremendas y pese a los resultados negativos que el equipo ha obtenido, sobre todo en el Bernabéu, la verdad es que tiene posibilidades de ser campeón. Pero le voy a ser sincero. No me gustaría que el Madrid saliera campeón por Capello, pero por mis compañeros, segurísimo.
- ¿Siente que el Bernabéu le quiso poco, mucho, a ratos...?
- Pienso que me quiso mucho, pero soy consciente de que después de mis declaraciones antes del partido con el Arsenal, en la pasada edición de la Champions League, me quiso a ratos. (El brasileño manifestó entonces que no sentía próximo el apoyo de la grada).
- ¿Cree que se equivocó entonces?
- Sí, seguramente expresé mis sentimientos en un momento equivocado. Yo sentía que si fallaba dos o tres pases el Bernabéu no tenía paciencia y me pitaba. Pero también creo que festejó mis goles con un cariño especial y distinto a cómo celebraba los goles de los demás. Yo quise al Bernabéu siempre y si me quejé fue porque me dolía.
- ¿Se ha escondido usted alguna vez para no recibir la pelota?
- Yo la he pedido siempre. Cuando entro en el campo trato de hacer mis movimientos y desarrollar mi juego. Cuando estoy solo arriba con dos o tres defensas pendientes de mí, tengo mucho más difícil intervenir y es normal que pase cierto tiempo sin tocar la pelota. Con otro compañero al lado hay muchas más opciones de intervenir y sentirte protagonista. Pero esconderme, ni en el Madrid ni en ninguno de los equipos en los que he jugado.
- ¿Raúl ha sido para usted un compañero o un rival?
- Siempre lo consideré un compañero. Ni yo tuve nada contra él ni creo que él tuviera nada contra mí. Hombre, no somos amigos, no hemos ido nunca a cenar juntos, ni uno a casa del otro. Pero en el vestuario nos manejamos con todo el respeto del mundo y yo no tuve ningún problema personal con él.
- Poco tiempo antes de salir usted del club asistió en el vestuario a una pelea entre Diarra y Salgado. Fue a puñetazo limpio. ¿Cómo se sintió después de eso?
- Me fui a separarlos y me llevé algún que otro golpe. Cuando los ánimos se calmaron me levanté y me fui a la ducha. Entonces sucedió un episodio insólito: Capello se acercó a la ducha y me dijo que estaba hablando con el equipo y que lo que yo había hecho, irme a duchar por supuesto, era una falta de respeto hacia él, y a insistirme de que estaba hablando. Le dije que Guti se había ido, que Casillas tampoco estaba, que otros dos o tres compañeros estaban en el gimnasio y que si quería una reunión que la hiciera con todos.
- ¿Con el adiós de Del Bosque empezó a descoserse todo?
- Sí: el único error de Florentino Pérez fue cesar a Del Bosque, pues se trata de una persona que manejaba muy bien el vestuario. Y con el que nos sentíamos cómodos tanto jugando como fuera, en el ambiente del día a día.Me dijo el otro día Frédéric Kanouté, el delantero del Sevilla, que no hay campeón con malas caras. Sí. En cualquier colectivo el buen ambiente es imprescindible para lograr los objetivos. En un vestuario y en un despacho de abogados.
- ¿Y ustedes se manifestaron a favor de Del Bosque en aquellos momentos o se encogieron de hombros?
- Yo tenía confianza con Florentino y se lo dije. Que era una decisión difícil y seguramente nada acertada. Me contestó que creían que había llegado el momento de acabar con un ciclo de muchos años y traer un nuevo entrenador. A la vista está que la cosa no funcionó.A ustedes les han dado leña por todos lados, han aparecido como gente inaguantable y los grandes culpable de la caída del Madrid.
-¿Son ustedes tan raros?
- No, somos muchos.
-¡Torero!
- Somos muchos, cada persona es de una manera, y no es fácil la convivencia. Pero eso sucede en cualquier trabajo, incluso en la escuela. Donde hay mucha gente hay confusión, lo que se trata es de saber manejarlo y Del Bosque sabía.
- Muchos de sus compañeros se han escudado en que el término los 'Galácticos' les perjudicó. ¿Lo siente igual o es una manera de escabullirse?
-Lo de los 'Galácticos' no nos ayudó en nada. Es más, sólo nos perjudicó. Y desde luego, ni lo inventamos nosotros ni nos gustó nunca. Con las peculiaridades que usted quiera, el Madrid era sólo un equipo de fútbol. Que juntó en un mismo equipo a gente como Zidane, Figo, yo mismo, pero que de ninguna manera se creyó más que nadie ni fue por el mundo pensando que, efectivamente, éramos de otra galaxia, algo especial, y, por tanto, irritante para mucha gente. No, no nos ayudó para nada.
- Y además del error que considera usted que fue prescindir de Del Bosque, ¿por dónde sigue desangrándose el Madrid?
- Mire, yo soy jugador y sólo puedo opinar de lo mío. Hay un presidente, o dos, un director técnico, un director de márketing... Mil directores y cada uno piensa de una manera, cada uno quiere un entrenador, un jugador distinto. No me veo capaz de dar una tesis sobre por qué el Madrid dejó de ganar.
- Su amigo Roberto Carlos ya ha anunciado que dejará el Madrid en junio. ¿Lo ficharía para su Milán?
- Ya mismo. Y más por lo mal que se han portado con él en esta última etapa madridista. Tenía una oferta del Chelsea, le dijeron que no la aceptara y le prometieron renovar y mejorar su ficha. Ahora resulta que jugó mal dos partidos, que el Bayern eliminó al Madrid, pero no sólo porque él perdió una pelota, ¡eh!, y le han dado la espalda. No es de gente seria, ni de hombres.
- ¿Y Ronaldinho?
- También lo ficharía: a todos mis amigos los quiero a mi lado. Estoy seguro de que Ronaldinho también se sentiría muy cómodo con la manera de trabajar del Milán.
- ¿Es verdad que Kaká y usted le chinchan para que deje el Barcelona?
- No, yo por lo menos no he hablado con Ronaldinho. Pero tanto Berlusconi como Galliani han manifestado en más de una ocasión que si existe una posibilidad de que Ronaldinho deje Barcelona, allí estará el Milán dispuesto a traerlo. Este es un club que respeta a todos.
- ¿Y ve usted a Kaká en el Madrid?
- Lo veo imposible.
- Acabábamos ayer con que usted no ve a Kaká en el Madrid.
- No, la verdad. Tiene cinco años de contrato, casi cada temporada se lo han revisado, está feliz aquí en lo deportivo, en lo económico Me extrañaría mucho que se fuera. Además, si le pide a usted consejo...
- Pero el año que viene pinta que tampoco va a seguir Capello en el Madrid.
- No me interesa nada del futuro de este señor.
- ¿Y el suyo? ¿Cuántos goles espera meter en el Milán?
- Firmé aquí por el año y medio que me quedaba en Madrid; no me planteo más que ese tiempo. Y sobre los goles, ponga que diez. Marcaré diez hasta el final de temporada.
- Su relación con el presidente Calderón, con Mijatovic, ¿qué tal fue, qué tal es?
- Con el presidente fue mejor cuando era directivo, llegamos incluso a jugar juntos al golf varias veces. Después, cuando estuvo arriba, todo cambió a peor. Mijatovic se portó bien, pero tuvo un tono distante incluso con el resto de jugadores. No ha estado de parte del vestuario precisamente. Él creía mucho en mí y se quedó triste cuando me traspasaron, pero no hizo mucho por cambiar la opinión de Capello, que es quien lo decidió. El final fue muy triste: incluso tuve que pagarme la operación de rodilla, la del pasado verano. Baldini (mano derecha de Capello) me dijo que la pagaba o no había traspaso. Pagué, claro. Veinticuatro mil euros, una ridiculez en el mundo del fútbol profesional. Y eso que la intervención se realizó con el consentimiento de los médicos del Madrid y de la selección brasileña.Por lo que me dice, poco debe añorar de MadridAñoro sobre todo a mi hijo, que se quedó allí. Le echo de menos, y a los amigos, claro.Su presidente ideal seguirá siendo Florentino.Absolutamente. Lo mejor que le podría pasar al Madrid es que volviera.
- ¿Y Brasil? ¿Creen en usted?
- Se lo pregunto porque Dunga no le ha llamado desde que es seleccionador.No me preocupa eso ahora. Estoy volviendo a jugar. Si en el futuro considera que le puedo ser útil, me llamará. Es complicado que te llame tu selección si apenas juegas.Pues hubo un momento en que sí pareció que podría contar usted para Capello.No, para nada. Lo parecería, pero no fue verdad. Ni cuando me entrené mal ni cuando lo hice bien. Por eso acabé marchándome. Lo que quiero es jugar, no estoy ya en edad para perder el tiempo. Me hubiera encantado acabar mi contrato en el Santiago Bernabéu, pero no fue posible. Hablando de brasileños: Robinho dice ya que si sigue Capello él se va, pero lo fuerte es lo de Emerson. Me recordaba el otro día Petón que Guardiola llegó a decir que Emerson ha sido uno de los tres centrocampistas que más le han impresionado.
- ¿Qué cree que le está pasando?
- Leí unas declaraciones suyas hace un tiempo en las que decía que la gente del Madrid pensaba que había vuelto Zidane. La verdad es que Zizou sólo hubo uno y se marchó. Emerson es sobre todo un recuperador y como no le falta técnica, pues es cierto que estamos ante un gran mediocampista. Quizá esperaban otro futbolista, sí. Pero me parece temerario discutir su valía.Un día, el del Bayern Múnich en el Bernabéu concretamente, se negó a salir.Eso no me lo creo. Lo de los cambios era otro lío en el club. El preparador físico nos decía que, tras el descanso, debíamos salir de tres en tres a calentar cada seis minutos. Pero sin que Capello lo ordenara.
- O sea, que el que salía en el minuto tres podía estar calentando hasta que le reventaran las botas de la calentura.
-¡Je, je! Más o menos. Entonces sí le dijimos que no nos hiciera eso, que si el míster ordenaba calentar lo hacíamos encantados, pero salir a trotar porque sí, ni hablar. De ahí a pretender que Emerson se negara a jugar va un mundo.Hablando del mundo: el lunes se juega en Marsella el partido entre sus amigos y los de Zidane a beneficio de la UNICEF.
- ¿Qué supone para usted ser embajador de la ONU?
- Algo tan importante que mi futuro lejos del fútbol irá por ahí. Mucho de mi tiempo lo dedicaré a esta causa, que es la lucha contra la pobreza. Alcanzamos la cuarta edición y lo hacemos en casa de Zidane, por lo que me imagino que el Velodrôme estará lleno y los niños necesitados tendrán un buen regalo. Hasta ahora ha ido todo de maravilla. Empezamos dedicando el primer dinero a los niños de nuestros países, Brasil y Argelia, que es donde tiene su origen Zizou. Luego nos expandimos por África y por Asia. Lo acabamos dejando en manos de las Naciones Unidas, pues ellos tienen parte de su organización dedicada a estos asuntos.
-¿Quién jugará?
Mucha gente. Del Madrid sé que vienen Sergio Ramos y Emerson. Como es semana de selecciones hay gente que no puede acudir, pero que recuerde estarán Costacurta, Dida, Serginho, Ibrahimovic, los españolistas Tamudo, De la Peña y Kameni, Valdés y Belletti por el Barça Un montón de buenos amigos, porque esto no es un partido, aquí no hay perdedor: ganan los niños. Los entrenadores de mi equipo serán Carlo Ancelotti, que llegará con nosotros desde Milán, y Vicente del Bosque, al que invité personalmente.
- En Milán está el Inter: le llaman traidor.
- Ya.
-¿Y?
- Me vendieron, amigo. El Madrid llegó y cobraron un buen dinero, unos 38 millones de euros creo recordar. Me fui porque me vendieron.
- ¿Dudaron los interistas de sus rodillas? Usted se rompió por dos veces el tendón rotuliano, una lesión más temible que la famosa triada. ¿Siente que no se valoró su esfuerzo para volver?
- Sí se valoró, yo lo siento así. Me recuperé la primera vez y jugué para el Inter.
- ¿Héctor Cúper fue superior a sus fuerzas?
- No congeniamos, pero el asunto fue que me volví a lesionar, me recuperé, llegó el Madrid y me vendieron. Esto es como el amor: cuando el primero te abandona y después ve que te vas con una amiga suya, pues se enfada.
- Su primer amor, el segundo si pensamos que a Europa lo trajo el PSV Eindhoven, fue el Barça, ¿Se arrepintió de dejar Barcelona?
- No. Ellos saben que no se portaron bien y la prueba está en que me quisieron recuperar tiempo después. Yo firmé un contrato largo con el Barcelona, pero al final del primer año no fueron honestos conmigo.
- Entonces a usted le representaban los agentes brasileños Martins y Pitta, que acabaron en la cárcel. ¿Le embolicaron la vida?
- Conmigo no hubo problema, acabaron en la cárcel y es cierto, pero fue por asuntos suyos en Brasil con los que no tuve nada que ver.
- ¿Sigue pasando allí que un agente se hace con los derechos de un joven jugador de doce o quince años y lo tiene casi en propiedad?
-Ya menos, pero sigue habiendo casos que es así. El caso es que ha jugado usted en cinco equipos y no hay manera de que gane la Copa de Europa.
- ¿Es su gafe?
- Espero ganarla el año que viene, pues éste lo haría como espectador, como hincha de mis actuales compañeros. Y sí, es la única competición que se me resiste. Gané los campeonatos que se disputan en España e Italia, la Recopa, la Copa de la UEFA, todo lo que se puede ganar con Brasil. La vez que más cerca me quedé fue con ocasión de aquella semifinal con la Juventus.Del Bosque no se atrevió a ponerle de titular, salió desde el banquillo, provocó un penalti y Buffon se lo paró a Figo.
- ¿Se siguen hablando?
- Sí, de vez en cuando nos hablamos, más ahora que vivimos en la misma ciudad. Y sí, aquella noche no tuvimos suerte. Aquel penalti, de transformarse, nos habría dado quizá la final y quién sabe lo que hubiera sucedido.
- Era la mejor época de la galaxia y usted perdone por la palabreja.
- Sí, probablemente.
- ¿Y lo de los Zidanes y Pavones, era realizable o un sueño magnífico y sólo eso?
- Era y sigue siendo posible. A mí el modelo de Florentino me gustaba. Era excitante y puede resultar. El Bernabéu vivió grandísimos momentos entonces.Pero los Pavones se quejan de que no les daban bola.No, mire, eso no lo puedo admitir. Un jugador llega al primer equipo del Madrid porque vale. Y rompe a los 17 años o a los 22, pero rompe y se hace un hueco. Los que tienen talento se abren paso.
- Casillas, Guti, Raúl...
- Por ejemplo. Igual entonces es que la cantera no ha estado bien trabajada.Lo cierto es que si un chico de la casa vale, juega.
- Por ejemplo, Leo Messi. Si usted es el Fenómeno, el rey, ¿cree que tiene ya heredero?
- Pienso que tenemos grandes futbolistas. ¿Un ranking? Hoy día, y por este orden, Kaká, Messi y Ronaldinho.
- ¿Y de lo que ha visto?
- Van Basten y Maradona, aunque no me enfrenté a ellos. Por lo que compartí, como compañero y como rival, Zidane.
- ¿Sin esas lesiones suyas tan graves, todos esos, Pelé inclusive, hubiesen sido bogardes a su lado?
- ¡Je, je! No sé qué decirle. Que aquellos percances a los 23 años me cortaron la progresión, seguro. Así es la vida.
- La vida, la suya, ha tenido mucho que ver con las mujeres. Puesto que empezamos ayer hablando de ellas, terminemos hoy igual.
- Mire que yo estoy soltero y sin compromiso...
- Ya.
-En todo esto ha habido mucha fábula. Yo no he vendido una exclusiva, no he salido en el ¡Hola!, no he expuesto mi intimidad a los focos. Se han escrito muchas exageraciones sobre las mujeres y Ronaldo.
- Claro: como que usted siempre dice que la importante en su vida es su madre.
- Desde luego.
- Dicen los clásicos: si los futbolistas no se desmadran a los veintipocos años, ¿cuándo lo harán, a los 50?
- Bueno Yo espero seguir en forma a los 50.
- Oiga Ronaldo, en serio: ¿qué le pone más, el polvo del siglo o meter el gol de la victoria?
- Lo ideal es meter el gol de la victoria y celebrarlo después ¡Lo que se dice bien celebrado!
- Gracias, fenómeno.
- De nada, ha sido un placer.
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