De sobra es conocida la faceta madridista de Raúl, bien porque la prensa nos lo recalca sin parar, bien porque el propio Raúl lo afirma con...
De sobra es conocida la faceta madridista de Raúl, bien porque la prensa nos lo recalca sin parar, bien porque el propio Raúl lo afirma continuamente: "Soy madridista hasta los huesos y, dicho sea de paso, me llena de orgullo poder defender mi escudo" Yo no quiero poner en duda su pasión blanca, lo único que quiero es dejar constancia de que durante toda su infancia y buena parte de su adolescencia (las épocas que más marcan la vida de toda persona) Raúl, al igual que toda su familia, fue un hincha radical del Atlético de Madrid. 
Algo que se deja muy claro en el primer y único libro que se ha publicado sobre Raúl con su consentimiento, "Raúl, el futuro" (publicado por editorial El País en 1.996) donde nos cuentan cómo pasó varios años en las categorías infantiles del Atlético de Madrid, justo hasta que Jesús Gil decidió prescindir de su cantera, con lo cual, al siete blanco no le quedó otra opción que buscarse un futuro mejor y es ahí cuando el Real Madrid se cruza en su camino. Justo un año antes de recalar en el club blanco, Raúl González acudía con su Atleti a la fase final del Campeonato de España jugado en Tenerife y que así se recuerda en dicho libro: «Raúl era hincha visceral del Atleti. Cualquier otro comentario sobra. Se repite: era hincha fanático del Atleti. Antimadridista. Por las calles de Santa Cruz de Tenerife, hasta casi perder el avión de regreso a Madrid, Raúl no se quitó la camiseta de la final, completamente sudada, con vaqueros azules y unas zapatillas, se encargó de cruzarse con el madridista Álvaro y con todo merengón que anduviera por la isla para hacerle, con toda educación, la siguiente pregunta: "Dime, ¿vosotros no ibais a ser campeones? Fue uno de los cumpleaños que Raúl más y mejor recuerda. Ese día hacía los quince. Ese mismo día no lo paraba de festejar: su Atleti de Schuster y Futre era campeón de la Copa del Rey humillando al Real Madrid. ¡Bingo!»
Revisando su trayectoria y su antigua pasión por el Atlético me temo que no es el jugador más madridista del club ya que, como se suele decir, uno nace madridista... Y no se hace cuando le conviene profesionalmente.
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