El Spórting salió completamente a la defensiva, con prácticamente todos sus jugadores en su propio campo, esperando aprovechar algún posibl...
El Spórting salió completamente a la defensiva, con prácticamente todos sus jugadores en su propio campo, esperando aprovechar algún posible contragolpe. Algo difícil para los de Gijón ya que su estilo de juego dista mucho de ser expertos a la contra.
Los locales lo intentaban de todas las maneras posibles sin lograr traspasar la muralla asturiana, Pepe de nuevo acaba por el suelo esperando un saque de esquina. El primer susto llegó rozando el primer cuarto de hora. Un error infantil de Arbeloa deja el esférico para que Trejo remate a placer, Casillas desvía a córner.
Ronaldo intenta quitar el susto del cuerpo yéndose por banda de un defensor y acabando en el suelo a causa de una fuerte entrada. En el minuto 23 Özil recibe una entrada al más puro estilo Bruce Lee al intentar adentrarse en el área. Falta para el defensa, sin sanción mayor... Ronaldo lo intenta pero su tiro sale muy desviado. Un minuto después sería Marcelo el que recriminaba a Damián una posible falta, su compañero Gálvez se encara al brasileño y Cristiano acude a poner paz.
La primera tarjeta para el Sporting llegó por un pequeño agarrón sobre Khedira, para mí, era falta sin más, la vara de medir de este árbitro está algo desajustada, sin duda... Sahin se encargar de lanzar la infracción del equipo visitante con un gran centro que remata Higuaín de cabeza, el gol es anulado por claro fuera de juego del argentino.
Casi sin poder reponerse de la ocasión del Madrid, Pérez Montero no dudó en pitar penalti de Sergio Ramos por mano. Hay que rebuscar mucho para encontrar la imagen que nos muestren dicha mano, aún así, si la pena máxima se decide en la actualidad por la supuesta intencionalidad del jugador, ¿cómo puede Ramos ayudarse de la mano si estaba deslizándose por el césped debido a la lluvia? Pero bueno, como comentaba la anterior jornada, los colegiados saltan al campo con la ideas muy claras para saber reaccionar ante este tipo de situaciones...
A pesar de tener el marcador a favor, los asturianos no dejaron de lado su agresividad y Canella vio la amarilla por una fuerte entrada sobre Callejón. Dos minutos después repetía su despliegue de agresividad sobre Arbeloa, se pita la falta aunque le perdona la amarilla que supondría la expulsión.
El Sporting intentó dormir el encuentro tirando un balón al campo y provocando así las protestas de Mourinho. El árbitro solventó esa acción antideportiva con una amarilla a Cuéllar. No obstante, la "táctica" de los de Clemente pareció volverse en su contra dado que en el 37 Sergio Ramos levanta la vista hacia el área y centra para que Higuaín se adelante a sus defensores y marque de cabeza para poner las tablas en el luminoso.
El defensa sevillano lo intentó de nuevo antes del descanso con otro centro hacia Callejón, pero Canella llega antes y despeja a córner. Pudo adelantarse el Madrid antes del descanso por medio de Sahin. El joven centrocampista ejecutó el lanzamiento de una dura falta a Khedira (también pudo ser merecedora de amarilla) que acabó estrellándose en el larguero. Callejón puso el punto y seguido con un disparo cruzado que salió bastante desviado.
La segunda parte continuó con la agresividad de los asturianos como nota predominante. Di María, que entró en el descanso por Callejón, al igual que Benzema por Sahin, fue el primero en caer. No se consideró una falta merecedora de amarilla y el propio Di María ejecuta la infracción visitante lanzando un centro que remataría de cabeza Benzema, muy flojo y centrado, sin problemas para Juan Pablo.
Según el reglamento, un agarrón debe ser sancionado con amarilla, no obstante, debe haber alguna clausura especial si el jugador que lo sufre lleva una camiseta blanca. Así sucedió con Cristiano Ronaldo (y en múltiples ocasiones en las últimas temporadas) El reglamento también dice que cualquier contragolpe que es abortado con falta deberá sancionarse con amarilla. Así lo hizo Pepe, que lleva camiseta blanca, y, como debe ser, se le aplicó el reglamento sin titubeos.
Llegando al minuto 60, un contragolpe que intentaba iniciar Marcelo fue presionado por tres rivales; el brasileño, con su habitual destreza, consigue irse hasta que recibe un empujón que le impide avanzar. En esta ocasión, ni falta, ni, obviamente, tarjeta.
Poco después, Botía sí es sancionado con amarilla por lanzarse contra Ronaldo desentendiéndose totalmente del balón. El propio delantero lanzó la falta que se fue alto. La arbitraria (o más bien todo lo contrario...) actuación del señor Pérez Montero continuó no señalando un claro penalti cometido sobre Di María que todo espectador vio excepto el colegiado y sus asistentes.
A pesar del extraño arbitraje, los locales no cayeron en la desesperación y continuaron volcados en el ataque. Cristiano lo intentó a la media vuelta, con un tiro raso desde fuera del área que salió ligeramente desviado. Higuaín también pudo tener su ocasión, pero un fuera de juego un tanto riguroso (para mí estaba en línea) le impidió culminar su ofensiva cuando ya se había ido de sus defensores.
Ronaldo dio el primer aviso en el 68 cuando recibió un pase de Özil dentro del área, escorado a la izquierda. El portugués logra rematar, pero su disparo es desviado por un defensa rojiblanco a córner en una acción que, por siendo benévolos, podría rozar el juego peligroso ya que entra con la plancha y, tras despejas, impacta sobre el pie de Cristiano. Pero bueno, siendo CR el que lleva la camiseta blanca sabemos que nos tenemos que conformar con un saque de esquina y gracias...
Sobre el minuto 70, Higuaín recibe otro empujón, Pérez Montero, cómo no, deja seguir. A pesar de todo, el Madrid recupera la posesión, Sergio Ramos envía un centro al área que rechaza un defensa. El balón lo acaba controlando Ronaldo para dejárselo al Pipa que la manda fuera, gran ocasión que presagiaba el posterior gol que nos daría la tranquilidad.
La injusta permisividad arbitral acabó siendo un aliado para los merengues. Tras no señalar de los gijoneses, los locales, ya acostumbrados a que el reglamento se aplique con distintos criterios, dejó las protestas de un lado y siguió luchando, logrando así que el balón terminara en los pies de Di María, quien centra al área para que Cristiano remate de cabeza y, tras tocar en el palo, marcase el gol que nos llevaría a la victoria.
Los jugadores del Sporting no asimilaron bien el tanto local y siguieron a lo suyo. Ronaldo volvió a ser víctima de la impotencia rojiblanca y Gálvez vería la amarilla. Poco después, Marcelo recibe una fortísima entrada de Canella que ni se pita; el asturiano, quizá envalentonado por la dejadez arbitral, se lanza a por Di María con aún más agresividad. Esta vez, el colegiado no se la perdona, saca la amarilla que sería la segunda del jugador, dejando así a los suyos con uno menos.
Faltando 9 minutos para el final, Benzema sentencia el partido tras recibir un pase de Özil. El francés no se lo piensa dos veces y con un tiro cruzado sella la importante victoria de los suyos. De ahí hasta el final el Madrid intentó realizar un juego más sosegado y, por fortuna, no hubo que lamentar ninguna lesión a pesar de la excesiva agresividad impuesta por los de Gijón.
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