Ni un rival de la entidad de Argentina, ni la concesión del Premio Príncipe de Asturias fueron alicientes suficientes para nuestro selecci...
Ni un rival de la entidad de Argentina, ni la concesión del Premio Príncipe de Asturias fueron alicientes suficientes para nuestro seleccionador, y así nos fue... Parece que la única táctica que Vicente preparó para este encuentro fue el planteamiento de los cambios. Tendrían más minutos los que no jugaron contra Liechtenstein y daría descanso a varios pilares del equipo. El resultado parecía no importar, lo relevante era dejar contentos a todos los clubes, repartiendo minuciosamente los minutos que sus jugadores disputan para que luego no haya líos ni protestas por parte de nadie. Por tanto, daba igual ir perdiendo por un gol o por tres, eso hoy era algo intrascendente, el plan de cambios estaba trazado y el resultado no importaba. Con lo cual, la gran perjudicada es la afición española y el prestigio futbolístico de todo un país.
Ser campeones del mundo requiere dar el máximo en cada encuentro, tanto como si es amistoso, como si no. Ahí radica la esencia de un campeón y Del Bosque no estuvo a la altura. Volvió a caer en el mismo error de siempre: ceder ante las presiones, queriendo contentar a todo el mundo. Y, en la alta competición, eso no puede acabar bien... Digan lo que digan, el mundial se ganó a pesar del míster y gracias al enorme talento, la casta y el compañerismo que reina en el vestuario.
El madridista Higuaín sigue con su racha goleadora.
Ya por último, destacar la figura de Iker Casillas, quien fue sometido a un "linchamiento" mediático sin base deportiva alguna y que espero que, tras los visto hoy, el debate de la portería quede zanjado por mucho tiempo. Con esto no quiero decir que Reina y Valdés sean malos porteros, ambos son muy buenos, pero cuando tenemos a uno excepcional, por el bien de nuestro fútbol, es mejor no crear absudas tertulias sobre quién debe jugar...
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