De nuevo pudimos comprobar cómo la falta del central Fabio Cannavaro afecta muy negativamente a la defensa blanca. El italiano es el encarg...
De nuevo pudimos comprobar cómo la falta del central Fabio Cannavaro afecta muy negativamente a la defensa blanca. El italiano es el encargo de organizar a toda la zaga merengue y sin él la linea defensiva se muestra perdida y descolocada. Así llegó ya en el minuto 4 de partido el equipo local celebraba el primer gol de partido conseguido por medio de Rosenberg que bate a Casillas a placer debido al ya citado desajuste defensivo.
Robinho intenta tirar del carro marcando un auténtico golazo desde fuera del área en el minuto 14 que deja perplejo a todo el estadio. Pero ni siquiera la genialidad del brasileño logra levantar a un equipo apático como el de hoy. Ya no sólo era Raúl el que andaba perdido por el campo, parece que la habitual falta de acierto del capitán era contagiada a todos sus compañeros y ya ni Guti fue capaz de crear pases que llegaran a buen puerto. Ante tal evidente mal juego, los alemanes se crecían por momentos y Sanogo, en el minuto 39, adelantaba de nuevo a su equipo ante una defensa incapaz de cortar la jugada del gol.
La segunda parte sería más de lo mismo. Para intentar solucionar los problemas, Schuster obliga a Robinho y Gago a dejar su puesto a Robben e Higuaín, pero en vez de dar alegría alguna al juego blanco producen el efecto contrario y el equipo se ve aún más perdido. Así, tras una pérdida de balón en el centro del campo, llega el tercer gol de los locales por medio de un gran disparo de Hunt.
El Madrid intenta reaccionar, pero hoy no era, ni mucho menos, nuestro día y hasta el goleador del equipo, Van Nistelrooy, falla un gol cantado. Error que el holandés enmedaría minutos después marcando un auténtico golazo que, desgracidamente, de nada serviría dado que los blancos no lograrían crear más peligro y la victoria se quedaría en Alemania. Triste partido del Real Madrid que aún podría haber sido peor si no tuviéramos a dos auténticos depredadores del área como Robinho y Van Nistelrooy, que con su enorme calidad logran crear un gol en el momento más inesperado.
Pero, siendo el fútbol un juego de equipo, la voluntad, entrega y calidad de dos o tres jugadores no suelen servir para ganar un partido si el resto de compañeros se encuentran perdidos por el campo. Esperemos que la vuelta de Cannavaro estabilice la defensa blanca y así no encajar tantos goles. Si se quiere aspirar a algo en esta temporada lo primero que hay que mejorar es esa linea defensiva que tantas facilidades está dando a los equipos contrarios.
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