Sin duda, el protagonista del partido tiene un nombre propio: José María Sánchez Martínez. El colegiado ha tenido un papel decisivo en el empate del Valencia
Tras el tanteo de los primeros minutos, el Valencia fue haciéndose con el control del juego poco a poco. Sin embargo, en el minuto 16 se adelantaría el Real Madrid gracias a una magnífica jugada entre sus tres delanteros. Benzema la comenzó, apoyándose en Bale, que se la pasó a Ronaldo de primeras con un taconazo, el luso controló con elegancia y se la dejó al francés que llegaba desde atrás para que rematara a puerta con un tiro raso y cruzado.
A raíz del gol el Valencia perdió fuelle. No obstante, consiguió recuperarse y volver a hacerse con la posesión del esférico. El minuto 44 fue clave para sino del encuentro. Gareth Bale es derribado en el área por una clarísima patada de Orban, el colegiado hizo la vista gorda y en la contra pitó otro claro penalti cometido por Pepe y que le supuso una amarilla. Parejo transformó magistralmente la pena máxima.
En la segunda mitad el Real Madrid salió con más fuerza, llegando al área con más asiduidad, pero sin acierto de cara al gol. En el minuto 68 se produjo el otro gran error de Sánchez Martínez. Ronaldo es derribado en el área por un claro empujón. El árbitro dejó seguir y, no contento con ello, en la contra del Valencia sacó una roja directa a Mateo Kovacic por una fuerte entrada por detrás. Según el baremo que estaba utilizando hasta ahora esa expulsión debió quedarse en amarilla: le perdonó una amarilla a Paco Alcacer en una entrada a Modric, Mateo Kovacic recibió otra que tampoco fue sancionada con tarjeta, y André Gomes debió ser expulsado por un pisotón a Bale en todo el tobillo (esta acción quedó totalmente impune)
El Valencia no supo aprovechar la superioridad numérica y el Real Madrid siguió intentando el gol. Un tanto que llegó en el minuto 81 gracias a un lanzamiento de falta (cometida a Lucas Vázquez) que Kroos mandó al primera palo donde Bale cabeceó de forma impecable, mandando el esférico al segundo palo, imposible para Jaume. El galés fue a celebrarlo con el banquillo.
La alegría nos duró un minuto. De nuevo la falta de concentración nos pasó factura. De Paul centró al área, Rodrigo cabeceó a sus anchas ante el despiste de la zaga madridista, para dejársela a Alcácer que, totalmente solo, remató de cabeza para empatar de nuevo el encuentro.
A falta de un minuto para el final, Keylor Navas salvó al Real Madrid con un auténtico paradón. Álvaro Negredo se quedó solo ante el cancerbero, que aguantó muy bien el uno contra uno, y evitó la derrota blanca. Justo antes del pitido final, Gareth Bale chutó a puerta tras una jugada personal, pero su disparo se fue directamente a las gradas.
COMENTARIOS