El partido comenzó con un Real Valladolid volcado al ataque, creando múltiples ocasiones de gol, sobre todo por la banda derecha, donde un ...
El partido comenzó con un Real Valladolid volcado al ataque, creando múltiples ocasiones de gol, sobre todo por la banda derecha, donde un desafortunado Míchel Salgado no fue obstáculo alguno para los vallisoletanos. Tal era la impotencia del gallego, que ya en el minuto 17 de partido realizó una inexplicable entrada, a destiempo y en el centro del campo, sobre Sesma, y anduvo rozando la segunda, con su consiguiente expulsión, en varias ocasiones.
Una vez pasados los primeros veinte minutos, parecía que los blancos recuperaban un poco de terreno, pero sin crear grandes ocasiones de gol. El ímpetu inicial que lo locales habían impuesto no parecía tener fin y lograron mantenerlo durante prácticamente todo el encuentro realizando un excelente partido. Ya en los últimos cinco minutos, el Real Madrid consiguió la ocasión más clara de gol. Drenthe galopa completamente solo por la banda izquierda, Raúl hace lo propio por el centro, sin ningún compañero en el que apoyarse ya que, visto el panorama, Van Nistelrooy se vio obligado a realizar labores defensivas, e, inevitablemente, dejando la delantera bastante mermada. A pesar de la complicada situación, Drenthe consigue un más que preciso centro que le llega a Raúl, logrando rematar al primer toque, pero viendo cómo un inspirado Butelle desbarata la ocasión blanca.
En el minuto siguiente el Valladolid devuelve el susto al Real Madrid por medio un fuerte y colocado disparo de Sísi intercepta Casillas con un de sus espectaculares paradas. Pocos minutos después se llega al final de la primera parte. Está claro que algo falla en el equipo blanco, la frescura que imprime Sneijder se echa en falta y parece que Schuster no podrá prescindir mucho de él si quiere ganar partidos. Las segunda mitad comienza como acabó la segunda. Los locales no pierden fuerzan, nada hace ver que es un recién ascendido y el Madrid se ve incapaz de marcar un gol, está claro que hacen falta cambios para lograrlo, pero Schuster no lo hace hasta el minuto 60 de partido cuando decide realizar un doble cambio: Robinho y Drenthe dejan su puesto a Higuaín y Robben.
Pero ni con esas se logra la reacción blanca, parece que el problema no estaba en las bandas y los merengues siguen viendo cómo no se culminan la acciones de ataque. Por suerte, el Valladolid tampoco está acertado en los últimos metros y el marcador inicial se mantiene. Fue entonces cuando Pedro López sorprende a todo un estadio con un fuerte disparo desde lejos, unos 35 metros, que acaba entrando en la portería por toda la escuadra, sin que Iker Casillas pueda hacer nada. Si los visitantes ya veían lejos el objetivo de marcar un gol hasta entonces, después de este golazo aún se alejaban de tal objetivo.
Así llega el minuto 83, en el que Schuster realiza un arriesgado cambio quitando a un defensa, Salgado, por un delantero, Saviola, quien se convertirá en el salvador del Real Madrid. Con la entrada del delantero, Van Nistelrooy encuentra un verdadero aliado para sacar adelante al equipo y, tras uno de esos geniales pases de Guti, el holandés se planta ante el portero local y, para asegurar el gol, pasa el esférico al "Conejo" Saviola quien sólo tiene que empujarlo para subir el empate al marcador. A pesar de este mazazo, el Real Vallodolid no cesó en su intento por marcar y aún dispuso de un par de claras ocasiones que, por suerte para nosotros, no llegaron a materializar. Es una pena que Schuster no hubiera sacado antes a Saviola ya que está claro que el Real Madrid no se puede permitir el lujo de tener a un Van Nistelrooy obligado a defender porque en cuanto toca área el holandés crea una ocasión de gol. Con la entrada del argentino, el holandés vio cómo podía venirse más arriba y así hacer lo que mejor sabe: ser determinante en el área. Esperemos que Schuster haya aprendido de los errores del partido de hoy, los consiga corregir y podamos seguir ganando partidos como hasta ahora.
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