Jornada 34: Real Madrid 4 - Español 3

Lo vivido hoy por todos los aficionados madridistas será difícil de olvidar en mucho tiempo. Si la semana pasada pensábamos que habíamos p...

Lo vivido hoy por todos los aficionados madridistas será difícil de olvidar en mucho tiempo. Si la semana pasada pensábamos que habíamos presenciado un vibrante partido, esta jornada ha superado con creces la emoción de hace 7 días. El Español empezó el partido con mucha fuerza, intentando llegar al área por todos los medios. Sin embargo, el Madrid, parecía muy seguro en la defensa y desbarataba todas las ocasiones del equipo catalán. Poco a poco, el equipo local se hacía con el control del partido y comenzaba a crear peligro. Fue entonces cuando llegó el primer varapalo. Rufete aprovecha el espacio dejado por Roberto Carlos en sus subidas de ataque y asiste perfectamente a Pandiani para que marque el primer gol del partido con un potente disparo en el minuto 14. El Madrid parecía enrrabietado y se volcó aún más al ataque, cometiendo de nuevo el mismo error y el segundo tanto de Pandiani, también con asistencia de Rufete, subía al marcador en el minuto 25 de partido y en una jugada muy similar a la del primer gol.

A pesar de la desventaja, los blancos no tiraron la toalla, al contrario, siguieron en su dinámica y a los cuatro minutos Van Nistelrooy logra el tanto de la esperanza en una jugada muy bien trenzada. Guti pasa a la banda izquierda, Raúl recibe el balón y centra al área hacia Roberto Carlos, quien, muy inteligentemente, peina el balón lo justo para que Van Nistelrooy no perdona en el área pequeña. El público estalla de alegría, todo apuntaba a otra épica remontada como la de la pasada jornada.

Jugadores y afición luchaban por la victoria con más ahínco que nunca. La unión era perfecta, pero, de nuevo, el Español asesta otra puñalada que hacía temblar los ánimos madridistas. Pandiani marca su tercer gol de la noche (minuto 34) esta vez a pase de Moha, y ante una zaga blanca desconcertada ya que la jugada se produce en un claro fuera de juego no pitado por el árbitro y que deja descolocada a la defensa local. A pesar de las protestas, el tanto sube al marcador y con este resultado terminaría la primera parte.

No sabemos lo que Capello dijo a sus jugadores durante el descanso, pero nada más comenzar la segunda mitad, Roberto Carlos realiza una de sus galopadas por la banda izquierda, centra el área y Van Nistelrooy se inventa un impresionante taconazo para que Raúl culmine la jugada con el segundo tanto madridista. El rendimiento del holandés en este tramo final de liga está siendo decisivo. Su olfato goleador unido a su extraordinaria calidad está dando momentos inolvidables para todos los aficionados al buen fútbol. De nuevo las gradas empujan a los jugadores, logrando que sigan creando múltiples ocasiones de gol, que darían su fruto en el minuto 57 con un gol de Reyes. Emerson pasa a Higuaín, el argentino intenta deshacerse de su marcaje, Chica, pero Kameni irrumpe con fuerza para intentar blocar el balón llevándose por delante a su compañero y haciendo que la pelota llegue a Reyes de rebote y marque a placer ante la portería vacía. La remontada estaba casi conseguida, quedaban 30 minutos para conseguirlo, ¡era posible!. Pero el Español no lo puso nada fácil. De hecho, pudo marcar en un par de ocasiones si no fuera por otra soberbia actuación de Iker Casillas que paró lo imposible. El Madrid también lo intentaba, pero tenía enfrente a otro excelente portero que realizó paradas no menos espectaculares.

Los minutos pasaban, el sueño de la remontaba se desvanecía por momento al igual que las fuerzas de todos los jugadores. Hecho que quedaba patente en un impreciso pase que realiza Raúl a Higuaín. A pesar de que el balón parecía perdido, el argentino lucha con pundonor, logra hacerse con el esférico sacando fuerzas de flaqueza, se apoya en Reyes para hacer una espléndida pared que daría el triunfo madridista en el minuto 89 de partido. El Bernabéu se convierte en una explosión de alegría, como el propio Higuaín que se quita la camiseta y la lanza a modo de celebración. Le costaría la tarjeta amarilla, pero hoy sí que merecía la pena tal atrevimiento puesto que, a la espera de lo que haga el Barcelona mañana, ¡somos líderes!