Iker Casillas disputó hoy su partido número 68 con la camiseta de la Selección Española, igualando así al magnífico Arconada, uno de los mej...
Iker Casillas disputó hoy su partido número 68 con la camiseta de la Selección Española, igualando así al magnífico Arconada, uno de los mejores porteros nacionales y también uno de los más queridos por la afición de España. No tuvo que intervenir mucho en el partido ya que el dominio de los españoles fue claro, volcándose continuamente en el ataque ante la casi infranqueable defensa islandesa. Pero Íker no fue el único jugador del Real Madrid que estuvo en el once inicial del partido, Sergio Ramos se adueñó de la banda derecha y, como siempre, lo entregó todo en el campo. Su presencia, tanto como la de Carles Puyol, se notó visiblemente y el equipo mejoró en todos los sentidos a pesar de que el diluvio caído durante la primera parte del partido hizo que el control del balón fuera una tarea más que difícil. Así transcurrieron los primeros 45 minutos, marcar parecía más una cuestión de suerte que de calidad y todos esperábamos que la lluvia dejara de caer para así poder mostrar en la segunda parte toda la calidad que atesora el equipo español. Eso sí, tendríamos que jugar sin Fernando Morientes, ya que en una jugada de ataque, tras chocar con el poste, cae de mala manera sobre su hombro derecho y todo apunta a que el jugador valencianista puede sufrir una subluxación en dicho hombro. En su lugar salió Fernando Torres, que volvió a realizar un pobre papel. Para suerte de todos, en la segunda mitad ocurrió lo deseado, la intensa lluvia fue disminuyendo y el extraordinario drenaje del Ono Estadio hizo el resto para que se pudiera ver más fútbol y calidad. España logró trenzar buenas jugadas, intentó de todas formas marcar, pero el muro islandés (todos los defensas gigantes, muy superiores físicamente a los españoles) rechazaba todos los balones centrados y rematados. Si a ello le sumamos la ayuda del árbitro que se "comió" dos claros penalties y anuló un gol totalmente legal, la situación empezaba a ponerse complicada y ya nos temíamos otro empate que no nos serviría de mucho. A pesar de todos estos obstáculos, los españoles no se vinieron abajo y siguieron intentando marcar por todos los medios, siempre dirigidos magistralmente por Xavi, que hoy tuvo una actuación más que destacable junto a David Villa y Andrés Iniesta que fueron los protagonistas del gol que nos daría los tres vitales puntos. El asturiano retiene el balón en el área, llevándose con él a varios defensas islandeses y, gracias a ello, Iniesta se queda solo en la banda izquierda. Villa lo ve y le da un sensacional pase de gol que el albaceteño no desaprovecha y remata con contundencia y seguridad a falta de once minutos para el final del partido. A raíz del gol, la Selección Española se dedicó más a mantener la posesión del balón que a crear más opotunidades de gol. Nuevamente, esta estrategia defensiva nos salió bien y ganamos, pero, en mi opinión, es demasiado arriesgada y podría darnos un serio disgusto en próximos partidos.
Lo más importante es que la Selección Española ha conseguido estos seis puntos, ha recuperado gran parte de la confianza perdida y, con ello, esa calidad que, sin duda, todos los jugadores atesoran, logrando así que todos nos llenemos de optimismo de cara a los próximos partidos clasificatorios.
¡¡¡A POR ELLOS!!!
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