Vuelve Beckham , vuelve la victoria. Después del varapalo que supuso el gol de la Real Sociedad en el minuto siete de partido, tras un fallo...
Vuelve Beckham, vuelve la victoria. Después del varapalo que supuso el gol de la Real Sociedad en el minuto siete de partido, tras un fallo de Iker Casillas (de los pocos que tiene, todo hay que decirlo), el equipo parecía perdido de cara al gol, no sabía cómo llegar al área en condiciones para marcar y todo apuntaba a otro resultado adverso como el de la semana anterior contra el Levante. Cuando todos los aficionados estábamos temiéndonos lo peor, Beckham, a pesar de un mes sin jugar y de la enorme presión y responsabilidad del momento, golpea el balón de forma magistral y se produce el milagro: ¡gol del Real Madrid! Todo el equipo forma una piña celebrando el gol. La calidad, profesionalidad, humildad y exquisito comportamiento de Beckham dieron su fruto y el gol del inglés se convirtió en la clave para que el equipo remontara. El empate en el marcador se mantendría hasta el final del primer tiempo. La segunda parte empezaba bien para el equipo blanco y, pasados tres minutos, Van Nistelrooy hace el segundo gol, el de la victoria, tras un excelente centro del canterano Torres, el cual está demostrando jornada a jornada por qué es titular del primer equipo. El último cuarto de hora del partido la Real Sociedad lo intentó con ganas y consiguió crear un par de ocasiones de peligro que no tuvieron su recompensa gracias a dos espectaculares paradas de Iker Casillas, redimiendo así su fallo en el primer gol.
La nota negativa del partido fue la pobre actuación de Raúl; tanto que hasta el entrenador se vio obligado a sustituirle en el minuto 72 por Higuaín. Esperemos que Fabio Capello empiece a darse cuenta de que el llevar el brazalete de capitán no es sinónimo de convertir al jugador en titular indiscutible. Raúl no está rindiendo en el campo, corre sin rumbo, pierde múltiples balones y falla goles cantados. En el pasado fue un jugador determinante en el equipo, pero hoy en día hay muchos jugadores en el banquillo que pueden aportar al equipo muchísimas más cosas que él. Raúl debería reflexionar sobre sus propias palabras realizadas tras el traspaso de su ex-compañero Ronaldo: "Las etapas de los jugadores se terminan, la suya terminó ayer". La etapa del Raúl titular también ha terminado hace tiempo. La gran diferencia entre el capitán y el delantero es que el segundo supo verlo, aceptarlo y abandonar el club, tanto por su bien como por el bien del equipo; sin embargo, Raúl sigue empeñado en vivir de su pasado, en no tener la valentía de afrontar su actual situación y en seguir queriendo aumentar sus estadísticas como jugador del Real Madrid sin pensar en lo que es mejor para, según él dice, su tan querido Real Madrid.
La nota negativa del partido fue la pobre actuación de Raúl; tanto que hasta el entrenador se vio obligado a sustituirle en el minuto 72 por Higuaín. Esperemos que Fabio Capello empiece a darse cuenta de que el llevar el brazalete de capitán no es sinónimo de convertir al jugador en titular indiscutible. Raúl no está rindiendo en el campo, corre sin rumbo, pierde múltiples balones y falla goles cantados. En el pasado fue un jugador determinante en el equipo, pero hoy en día hay muchos jugadores en el banquillo que pueden aportar al equipo muchísimas más cosas que él. Raúl debería reflexionar sobre sus propias palabras realizadas tras el traspaso de su ex-compañero Ronaldo: "Las etapas de los jugadores se terminan, la suya terminó ayer". La etapa del Raúl titular también ha terminado hace tiempo. La gran diferencia entre el capitán y el delantero es que el segundo supo verlo, aceptarlo y abandonar el club, tanto por su bien como por el bien del equipo; sin embargo, Raúl sigue empeñado en vivir de su pasado, en no tener la valentía de afrontar su actual situación y en seguir queriendo aumentar sus estadísticas como jugador del Real Madrid sin pensar en lo que es mejor para, según él dice, su tan querido Real Madrid.
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