Entrevista a Fernando Hierro - Revista Oficial del Real Madrid (1991)
EL TRABAJO BIEN HECHO
Llegó hace dos años, con 21 de edad, cargado con un baúl de ilusiones. Por su puerta pasaba el tren de la fama, del éxito, y Fernando Hierro no dudó en subirse en él. Su destino, el Real Madrid, el club por el que la inmensa mayoría de jugadores suspira por enrolarse.
Iba a compartir destino con una serie de jugadores consagrados en el firmamento futbolístico. Pudo parecer una osadía, pero Fernando sabía de sus posibilidades, de su fe en el trabajo bien hecho y, por ende, de su fe en el triunfo.
Dos años después todas aquellas ilusiones se han cumplido, o se vienen cumpliendo de manera sistemftica. Hoy, con 23 años, Hierro es todo un triunfador. El malagueño ha entendido la idiosincrasia de una entidad histérica y ganadora como es el Real Madrid. Ha sabido integrarse en un equipo que marcarf un hito en la historia del fútbol. Ha sabido ganarse el respecto y la admiración de técnicos, compañeros y aficionados gracias a su lucha, entrega y buen hacer. Fernando Hierro ha dejado de ser una gran esperanza para convertirse en una firme realidad.
- Lo cierto es que todo ha sucedido muy rápido en la vida de Fernando Hierro. Desde que Vicente Cantatore le subiera del Valladolid Promesas hasta hoy, titular indiscutible en el Real Madrid, sólo han pasado cuatro escasos años, una carrera vertiginosa para un hombre muy tranquilo...
- Cierto, ha sido una etapa maravillosa, increíble para mí cuando hace cuatro años jugaba en el Valladolid Promesas, aunque la verdad es que soñaba con llegar hasta donde ahora estoy, sobre todo los dos años y pico que llevo en el Real Madrid.
- ¿Cuál sería tu balance de estas dos temporadas en nuestro club?
- Totalmente positivo. Creo que he evolucionado y madurado como persona y como jugador. He conseguido metas que, si bien nos trazamos todos los que nos dedicamos a este deporte, en mi caso han llegado con una rapidez inusitada. He ganado un título de Liga, una Supercopa, he sido internacional y podía haber conseguido algún otro galardón, en fin, ¡qué más se puede pedir en dos temporadas.!
- Dos temporadas totalmente diferentes. Una, plena de éxitos, con un equipo en plan arrasador, marcando un récord de goles en la Liga; la otra, más gris, aunque con el título de la Supercopa en el bolsillo..., ¿por qué este cambio tan radical?
- Esto son cosas inexplicables como es el fútbol. La primera temporada, como bien dices, fue extraordinaria, con un excelente juego en la Liga y un buen rendimiento a nivel europeo. La anterior... mejor no acordarse. Pero todo tiene su explicación. Se fueron grandes jugadores y vinieron grandes relevos, pero alguno de ellos, como en el caso de Milla, no pudieron ni empezarla por lesión. Otros, como Hugo y Gordillo, sufrieron graves lesiones. En fin, un cúmulo de circunstancias que influyeron negativamente y, aun así, quedamos en el tercer puesto de la tabla a un punto del segundo.
- Sin embargo, esta temporada se presenta distinta...
- Así es. Estamos muy mentalizados desde el primer momento, en que no sucediera lo del año pasado. Los puntos que ahora se pierden es muy difícil recuperarlos al final por mucho juego, valor y entusiasmo que le eches al asunto. Así que hemos salido desde el primer momento a dejar muy claro que somos uno de los aspirantes al título.
- ¿Y quiénes optan, además del Real Madrid, a ganar la Liga?
- Sin duda alguna los de siempre, Barcelona y Atlético, aunque aquel no haya empezado bien la competición, y luego, los dos o tres equipos que durante la Liga se mantienen en esas posiciones de asalto a la cabeza de la clasificación.
- Personalmente te ruedan las cosas tan bien como al equipo, aunque desde la llegada de Antic has variado tu posición en el campo. ¿Qué tal te encuentras en la nueva parcela?
- Afortunadamente muy bien. He tenido la inmensa suerte de tener unos entrenadores que en una u otra posición dentro del equipo siempre han confiado en mí. He jugado en todas las posiciones defensivas, aun-que debo confesar que como libre es como más a gusto me he encontrado. Ahora, y desde la llegada de Antic, juego más adelantado y también estoy muy a gusto en esa posición. Es una suerte poder jugar en varias demarcaciones.
- Ahora, en plan goleador...
- No es que sea mi misión, o la fundamental, pero no desdeño tirar a puerta y lo cierto es que hasta ahora no se me está dando nada mal.
- Supongo que cuando Fernando Hierro recaló en el Real Madrid, con 21 años y toda la inocencia -de la que le queda mucha reflejada en el rostro vendría con un "gran temor" por las cosas "terribles" que se contaban del vestuario madridista. Hoy, dos años y pico después, tendrá formada una opinión sobre la "famosa cocina" madridista.
-Cuentos chinos -responde elevando tímida y por única vez la voz-, todo son patrañas inventadas. El vestuario madridista es como el de los otros equipos, ni más ni menos. Un núcleo heterogéneo de compañeros de profesión y, a la vez, amigos. Ni cocina ni capillas ni clanes. Unos jugadores que damos todo por los colores que defendemos y que, de paso, tratamos de fomentar una buena amistad, pero sin excepciones.
- A la vez que la madurez deportiva y personal, Fernando Hierro ha encontrado, en el tiempo que lleva entre nosotros, su estabilidad personal. La "culpable" en este caso es su esposa, Sofía, "la mujer idónea", según el propio Fernando, con la que comparte hogar desde hace un año.
- Hace un año que me casé y sigo tan contento como el primer día. Este es otro acontecimiento importante, el que más en mi vida particular, que me ha sucedido desde que llegué al Madrid.
- Por cierto, ahora, ¿cómo es un día en la vida de Fernando Hierro?
- Lo normal en un deportista. Entreno, habitualmente por la mañana aunque a veces es por la tarde, y luego voy a casa. Algunas veces salimos, bien de compras, bien de paseo, aunque la verdad es que yo soy una persona muy hogareña.
- ¿Te molesta que te reconozcan por la calle?
- Rotundamente no. No me molesta en absoluto. Creo que hay que atender a la gente que te saluda, que te pide un autógrafo. Esta situación yo la considero normal y por eso trato de corresponder amablemente.
Este es Fernando Hierro, una realidad bien contrastada. Un hombre bueno entregado a la vida y a los colores que defiende. Que el futuro le siga deparando éxitos, se los merecen.
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