Entrevista a Manolo Sanchís - Revista Oficial del Real Madrid (1991)
DEL MADRID AL CIELO
Jugador respetado, defensa temido y en ataque temido. Sanchís es como las estrellas más rutilantes de nuestro firmamento, de la que mucho se habla pero cuya estrella muy pocos perciben. Por eso él no vacila al asegurarnos que su camino ya está elegido, porque después de Madrid sólo se puede ir al cielo.
Cinco años consecutivos de títulos han hecho de este Madrid una forma de vida en la que siempre ha predominado lo interno a lo externo, lo elegido a lo impuesto y lo natural a lo artificial. Este equipo ha llenado los campos con un fútbol espontáneo, impulsivo y creativo, traspasando la perso¬nalidad de toda una generación de jugadores hechos en el Real Madrid y demostrando, con su juego, que el fútbol es en realidad una cosa sencilla y natural.
Sanchís lo entiende así, desde que el 1 de septiembre de 1979 se vistiera de blanco como jugador del equipo infantil y conociera a toda una remesa de chavalines obsesionados con el balón y excelentemente dotados tanto física como técnicamente.
- ¿Cómo fueron tus principios en el Real Madrid y qué influencia tuvo tu padre para que entraras en el equipo infantil?
- Ya he contestado varias veces que mi padre tuvo una influencia nula. Al volver a Madrid. y después de jugar durante dos años en un equipo de Tenerife, un primo mío y yo nos presentamos a las pruebas del Real Madrid y únicamente cuando empezamos a jugar supo que habíamos entrado en el club, por lo tanto su influencia no ha pasado de ser una mera anécdota.
- Sin embargo, la anécdota dio paso a la historia y, a pesar de diferentes cometidos y distintos estilos, todo el mundo se veía obligado a comparar el juego de ambos. La realidad no ofrecía ninguna duda y el joven Sanchís dejaba de ser el hijo de..., para convertirse en un jugador indiscutible, tanto en el Real Madrid como en la selección española. Así, la única influencia que se veía del padre, además de heredar la fuerza y el tesón, se quedaba reducida a una pequeña manía: mientras Sanchís padre jugaba con las medias caídas, el hijo lo hacía con la camiseta por encima del pantalón.
- El problema de mi padre era más físico que otra cosa, jugaba con las medias caídas porque tenía un problema de circulación en el gemelo y si se ataba las medias no podía jugar. De hecho, tuvo que pedir permiso al club para poder jugar así. Mientras que lo mío es más cuestión de comodidad, empecé a jugar siendo chavalillo con la camiseta por fuera y ha edad a través de los éxitos y de los títulos.
- ¿Qué sientes cuando oyes en el campo "así, así, así gana el Madrid"?.
- Si es en el Bernabéu me encanta, porque es un síntoma de alegría y un reconocimiento a nuestro buen juego. Si es fuera también me encanta, porque quiere decir que vamos ganando. Por lo tanto, siempre es un motivo de regocijo el que digan eso.
- Se dice que la "Quinta del Buitre" ha marcado un estilo de juego, que está basada en una gran amistad y que, en cierto modo, ha traído el romanticismo al fútbol español.
- Sobre la "Quinta del Buitre" se ha escrito mucho y se han ofrecido diversas opiniones. Hay gente que piensa que principalmente ha provocado una amistad o una forma de llevarse dentro del vestuario. Yo quiero dejar claro que aunque la Quinta del Buitre se individualizara en cinco jugadores, lo que quería representar era a toda una generación que surgió en un momento determinado. También habrá opiniones que no reconozcan a la "Quinta" como algo totalmente positivo; sin embargo, pienso que, a pesar de las grandes plantillas que ha tenido siempre el Real Madrid, ahora se han conseguido grandes logros que no se conseguían desde hacia tiempo, como llenar el campo, ganar títulos, mantener la ilusión o ser un equipo temido en Europa. Y todo esto es un buen aval.
- Precisamente uno de estos aspectos negativos apunta hacia las comidillas dentro del vestuario y hacia un pequeño grupo en concreto que es el que hace y deshace.
- El que no conoce un vestuario tiende a equivocarse en este tema. El equipo lo componemos 20,21 ó 22 jugadores, y cada uno tiene una edad, un tipo de familia y se mueve en unos círculos determinados. Lo normal es que cuatro o cinco tengamos los mismos gustos y aficiones y coincidamos fuera del campo.
- ¿Crees que el público del Bernabéu es especialmente exigente y que está mal acostumbrado porque siempre ofrecéis títulos?
- De entrada, acostumbrarse a que el equipo gane siempre es bueno, aunque cuando se pierde también se demuestra que no hay nadie infalible. El público del Bernabéu es exigente porque puede exigir, como también es normal que en otros campos las exigencias vayan por otros caminos.
- También se dice que os habéis desfondado y que habéis perdido parte de la ilusión por jugar.
- No es cierto, lo que ocurre es que, por mucho que nos pese, toda racha tiene un principio y un fin, y era ilógico pensar que el Madrid se iba a convertir en el campeón perpetuo de la Liga española. Este año hay dos equipos, sobre todo dos, que están demostrando estar en mejor forma que nosotros y se acabó, digamos que es ley de vida.
- Sanchís es uno de los jugadores españoles en los que se aprecia una técnica considerable y una fortaleza física fuera de lo común, todo esto le ha llevado a estar considerado como uno de los defensas más cotizados de Europa ya que muchos técnicos opinen que su demarcación ideal sería más adelantada, más hacia el centro del campo.
- Es el sino de mi carrera. Me gusta que la gente pueda ver en mí a un jugador que puede actuar en varias demarcaciones; aunque, como siempre sucede en estos casos, quien tiene la última palabra es el entrenador. Cada uno te adapta a la idea y al esquema de juego que él tiene. Aunque, sinceramente, a mí me da igual porque lo único que me importa es jugar.
- ¿La condición física es un factor decisivo en el juego desarrollado por Sanchís?
- A la fuerza física no le doy ni más ni menos importancia que la que tiene. Para mí, un jugador que posee técnica si no la acompaña con el aspecto físico es difícil que la desarrolle. Cada uno necesita más o menos físico, dependiendo del terreno en el que se mueva. Si un jugador acapara 50 metros de campo, lógicamente tendrá que estar más capacitado físicamente que si se mueve en 10; pero si éste tampoco tiene preparación suficiente, seguramente la técnica no le sirva de nada.
- ¿Esta condición física es la que te ha hecho merecedor a estar considerado como un defensa duro?
- En esta profesión siempre hay un problema: si eres blando la gente te machaca porque eres blando y si eres duro te machacan porque eres duro. Además, cuando eres duro quieren que seas blando y a la inversa. Yo busco el término medio y lo único que puedo decir es que en este equipo sólo hay gente que entra con fuerza al balón, que es como se debe entrar.
- A pesar de entrar con fuerza, no parece que las lesiones y la mala fortuna hayan sido compañeras habituales en tu carrera deportiva.
- Hombre, tuve una lesión muy importante en el tobillo, en un momento crucial de mi carrera. Era una lesión considerable, de ésas que sabes cómo entran pero no cómo salen. Tuve la suerte de que se ocuparan de mí dos grandes profesionales, el Doctor Guillen, que fue quien me operó, y José Luis Izquierdo, que fue el encargado de recuperarme. En este sentido salí muy beneficiado, porque hay lesiones que marcan la carrera de un jugador y yo casi me encuentro mejor que antes.
- No todo es dureza, también tienes fama de bromista dentro del vestuario.
- Los hay más bromistas que yo. Mis bromas son de otro estilo, de juegos de palabras. Pero sí hay gente en el equipo que tiene verdadera gracia y son los que nos hacen reír a todos. Yo lo que intento es mantener un estado cordial, siempre estoy de cachondeo, pero como bromistas debo reconocer que los hay mejores.
- Desde pequeño, los héroes de Manolo Sanchís siempre vestían de blanco, sólo que él tuvo la fortuna de alcanzar el sueño de muchos jóvenes jugando a su lado. Además del fútbol, se confiesa practicante de billar, tenis y baloncesto, y no esconde su predilección por la paella yel Rioja. Trata de mantener su propia personalidad fuera del campo y se considera una persona completamente normal en su vida privada. ¿La fama, el dinero y el reconocimiento social y deportivo han cambiado mucho tu vida?
- Siempre hay circunstancias que aunque tú no quieras influyen en tu vida. Las tres que has mencionado influyen, pero lo que debes intentar es que esas influencias sean positivas y que de cambiar, cambien para bien. Por ejemplo, si vas por la calle y ves a Julia Roberts te puedes desmayar, pero si no fuera famosa sólo pensarías que es una chica muy guapa. La fama y el dinero siempre añaden un atractivo, y el ser jugador de fútbol, del Real Madrid y de la selección, siempre puede atraer más a la gente.
- Amante del buen cine, de la música y de la literatura también nos confiesa otras de sus pasiones menos conocidas: el arte. Pasión compartida, por cierto, con otros compañeros del equipo. ¿No crees que es una pasión algo cara? Sobre todo después de los impuestos con que se intenta gravar.
- No concibo el arte como una inversión, creo en el arte como algo que plantas en tu casa y mañana tras mañana te gusta contemplar. El arte nunca es material, siempre es espiritual, porque lo que veas en un cuadro sólo lo ves tú. Creo que actualmente tenemos en España muchos y grandes artistas, y ahora no entiendo cómo el gobierno quiere castigar el arte con un impuesto de este tipo.
- ¿Te gustaría dirigirte de alguna manera especial a los simpatizantes del Real Madrid en estos momentos?
- Ya que es una revista que cuida nuestros colores, quiero mandar un mensaje a la afición: que sigan luchando con nosotros, que sepan que la plantilla intenta hacerlo lo mejor posible. Que sabemos que debemos jugar bien y conseguir títulos para estar a la altura de nuestra afición; pero mantener una linea tan fuerte durante seis años es muy difícil, sobre todo cuando hemos cambiado de entrenador y no nos han respetado las lesiones. Lo único que pido es que la gente que ha estado con nosotros tan unida en los momentos de alegría, esté también con nosotros ahora, que es cuando más la necesitamos.
- Por cierto, después de Madrid ¿qué capital prefieres para vivir?
- ¿Después de Madrid?... el cielo.
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