Entrevista a Pedja Mijatovic publicada en la Revista del Real Madrid en Marzo de 1998
- 1 Liga
- 1 Supercopa
- 1 Copa de Europa
- 1 Copa Intercontinental.
Quiere dejar su marca en el Real Madrid, plasmar su huella en la historia. Y está en el mejor camino. Una inoportuna lesión aplazó su ascensión, pero Pedja a vuelto por sus fueros y promete estar a
punto para la hora de la verdad, para cuando la competición afronte su tramo más decisivo. Sabe que el madridismo vive con una obsesión tatuada en la mente: la séptima Copa de Europa. Y en la lucha por su conquista, Pedja pondrá su sello de calidad de jugador de etiqueta. Por algo está marcado por el éxito.
Tiene el semblante tan alegre y relajado que parece otro. Nada que ver con el Pedja tristón y agobiado por su primera lesión. Ahora está feliz porque vuelve por sus fueros, porque ha visto el final de una larga pesadilla a la que no estaba acostumbrado. Ya nada enturbia su destino. Tiene unas metas muy claras que cumplir y confía en alcanzarlas este año: ser el mejor dentro del mejor equipo:
- Pedja, todo apuntaba a que ésta iba a ser tu gran temporada. Tras un año de adaptación se te veía perfectamente acoplado al equipo y estabas jugando a un gran nivel... hasta que llegó la lesión.
- La lesión me vino en el peor momento. Me encontraba muy bien, jugando el mejor fútbol, tenía mucha confianza, pero todo se frenó con ese parón del que tardé más tiempo del previsto en recuperarme. De todos modos, estoy en el camino de volver a tener ese nivel y la temporada es larga. Esta puede ser todavía mi gran temporada.
- Nadie asimila las lesiones, pero tú menos que nadie. Será la falta de costumbre.
- Me afectó mucho, lo reconozco, porque nunca había sufrido una lesión tan larga. Me faltó experiencia. No supe reaccionar ante una situación así, me podían las ganas de volver. Me precipitaba, no tenía dolor y entrenaba a tope, pero cuando finalizaba volvía a tener dolores. Por fortuna ahora estoy y ojalá no se repita esa historia.
- El año pasado el equipo destacó por su fuerza moral, inspirada por jugadores de mentalidad ganadora como Suker, Raúl, Seedorf, Mijatovic... Eso hizo os hizo superar muchos obstáculos, protagonizar grandes remontadas. Esta temporada parece que en momentos puntuales se ha perdido esa chispa, ¿o es simplemente cuestión de una mala racha?
- El equipo no ha perdido la moral, lo que sucede es que los resultados mandan. Hemos tenido mala suerte en momentos delicados, no hemos sabido reaccionar. El equipo perdía la confianza y los aficionados también se ponían nerviosos porque no están acostumbrados a vernos en una situación así. Tuvimos problemas, pero la moral y el ambiente del año pasado se mantiene, te lo garantizo.
- ¿No os agobia tanta obsesión con la Copa de Europa, parece como si no ganarla fuera un fracaso? ¿existe demasiada responsabilidad?
- Es algo lógico, porque el Real Madrid lleva muchos años sin conseguirla y cada año que pasa, la presión es más grande. Es uno obligación y eso sí que tiene un cierto peso, si que agobia un poquito esa sensación de estar obligado a hacer historia, porque el fútbol ha cambiado mucho y hay muchos candidatos para conseguir ese objetivo. Pero dicho esto, creo que este equipo está capacitado para conseguir la séptima Copa de Europa, para transformar esa obsesión en una gran realidad.
- Ahora parece que estáis en el buen camino.
- Lo creo firmemente, este mes vuelve la Liga de Campeones y si teníamos que vivir una crisis, mejor que haya pasado cuando se acercan los partidos importantes. Soy muy optimista. Estamos muy cerca, el fútbol se ha igualado en toda Europa, los ocho equipos que quedamos tenemos prácticamente las mismas posibilidades, no hay un gran favorito. Pero veo que podemos llegar a la final... y en la final, ¡nunca se sabe!
- Si atendemos al calendario liguero, se han perdido puntos importantes pero también se ha jugado ante los rivales más duros. Falta el Barcelona en marzo, pero el resto parece asequible. Es el momento de que el equipo muestre todo lo que lleva dentro.
- Hemos perdido muchos partidos, pero estamos arriba. Nosotros hemos repasado los últimos resultados y hemos llegado a la conclusión de que podríamos llevarle diez puntos al segundo clasificado, pero no pasa nada. Lo importante es qué hemos olvidado la mala racha. Estoy convencido de que el Real Madrid va a comenzar a jugar como untes, poquito a poquito, cogiendo el ritmo para llegar a tope a la Liga de Campeones y para estar al máximo en las últimas siete u ocho jornadas de liga, donde seguro se va a decidir el campeonato. Es ahí donde tenemos que estar muy bien. Tengo buenas sensaciones de cara al futuro.
- ¿Será ese momento cuando veamos al verdadero Mijatovic?
- Eso espero. Tengo confianza en mí mismo y noto que cada día mejoro físicamente. Estoy entrenando duro y necesitaré un poco de tiempo para alcanzar mi mejor forma. El equipo también. Nos ha venido bien la eliminación de la Copa del Rey porque nos ha permitido entrenar mucho más. Pronto vamos a ver un fútbol divertido, el que se espera de nosotros. Y yo espero ser un protagonista destacado en ese juego.
- En una de las primeras entrevistas que realizaste para la Revista Real Madrid, hiciste publico unos objetivos muy claros: conseguir tres ligas y una Copa de Europa. ¿Sigues manteniendo esa esperanza?
- Sí, recuerdo la promesa y estoy convencido que la lograré conseguir. De momento quedan dos ligas y una Copa de Europa. Nunca se sabe, pero el año pasado éramos un equipo totalmente nuevo y conquistamos el campeonato. Si esta temporada consiguiéramos otra Liga y la Copa de Europa, por ejemplo, podríamos incluso superar esos objetivos que me marque. Ganaríamos en confianza, se hablaría de una gran generación, nos tendrían miedo y respeto. Algo parecido a lo que le sucedió al Milán, que tuvo una racha triunfal que les hizo superar a equipos que incluso tenían igual o mayor calidad que ellos. Pero cuando estás en racha eres imbatible. Si lo conseguimos, y con la plantilla que tenemos, puede que mis presagios resulten incluso cortos.
- A nivel personal también te fijaste una meta: ser el mejor jugador del mundo. Este año ya has sido Balón de Plata para la prestigiosa Franco Football. Buena señal.
-Sí, estoy en el camino de ser el mejor jugador del mundo, porque creo que con mi esfuerzo y con la ayuda de mis compañeros puedo conseguirlo El hecho de jugar en el Real Madrid, el mejor equipo en la historia del fútbol mundial. me va a facilitar las cosas.
ESPAÑA, UN PARAÍSO
- Ya son cinco los años que lleva Pedja Mijatovic en España. Tiempo en el que ha logrado una adaptación total, un hecho muy común entre los yugoslavos. Su castellano es excelente y muestra un gran conocimiento sobre las costumbres y generalidades del país. Pero Pedja va mucho más lejos. Se ha convenido en una especie de embajador de España en el mundo, porque no para de contar las excelencias de nuestra forma de ser y de vivir. Nadie mejor que él para promocionar España fuera de nuestras fronteras.
- Lo hago con el corazón porque estoy enamorado de España. Cuando voy con la Selección y hablo con mis compañeros, diseminados en diferentes ligas europeas, siempre les digo lo mismo: España es el mejor país para vivir, no existe en el mundo otro lugar igual. No sólo para los futbolistas sino para el deportista en general. No hay país que se le parezca en cuestión de clima, de gastronomía, de mentalidad, de todo... de vida en general. No cambiaría España por nada en el mundo.
UN TATUAJE DE FE
Puede que los tatuajes se hayan puesto recientemente de moda, pero el que luce Pedja en su brazo izquierdo tiene bastante tiempo... y una peculiar historia, la imagen representada es San Basilie, un Santo Ortodoxo del Monasterio de Ostrog, en su Montenegro natal, un lugar de especial importancia en su vida. Allí bautizaron a su padre, allí le bautizaron a él y también bautizaron a sus hijos. Pedja siente una gran devoción hacia San Basilie y asegura que se siente protegido por él. Por eso selló esta unión, que sabe inseparable, para el resto de su vida.
- Pero algo habrá que siga chocando.
- En cuestión de carácter. los españoles sois muy parecidos a los yugoslavos. Pero ahora que lo dices... quizá hay un aspecto que me sigue sorprendiendo de España.
- Confiésalo.
- ¡Que se come muchísimo! -sonríe- Aperitivo, entradas, primer plato segundo plato... ¡es demasiado! Cuando llegas al postre estas u punto de reventar, y lo peor es que si no te lo tomas, los anfitriones piensan que estás enfadado, que algo no te ha gustado. No veas el trabajo que me cuesta explicar que todo está delicioso, muy rico, pero que mi organismo es incapaz de asimilar tanta comida. ¡Y ojo. que no he hablado de las cenas! ¡Son opíparas! En mi país comemos mucho menos, desde luego.
- Tal vez el único aspecto que pueda perturbaros es que últimamente os habéis convertido en personajes codiciados por otros medios de comunicación ajenos al mundo deporte, pienso en tu amigo Suker pero también en ti, que os someten a persecuciones difíciles de aceptar, siempre pendientes de vuestra vida privada.
- Todo depende de cómo lo mires. Si te comes el "coco" estás perdido. Lo tienes que entender como parte de tu trabajo: hay muchas cosas en tu vida que haces sin que realmente te apetezcan, pero tienes el deber de cumplirlas. Hay días que no me apetece correr una distancia larga pero tengo que hacerlo, me motivo y lo hago, cumplo en el entrenamiento. Eso pasa con el mundo de esta prensa. Cuando más intentas esquivarlos, más te persiguen, así que tienes que olvidarte de ello, hacer tu vida y punto.
- Eres un hombre que cuida minuciosamente su imagen, que tienes tu estilo propio a la hora de vestir. Hace unos años te sumaste a la moda de los tatuajes, una marca para toda la vida.
- Sí, me gustan los tatuajes, se hacen auténticas obras de arte con esta técnica, aunque me gustan de forma discreta, claro. Que no se vean mucho. Piensa que algunos son para siempre. La imagen de San Basilie es muy importante para mi familia, por eso quiero que sea una marca para toda la vida.
- ¿Como tu relación con el Real Madrid?
- En efecto. Si que puedo decir bien alto que el Madrid me ha marcado, que España me ha marcado. Y ese sello lo quiero llevar toda mi carrera deportiva. En ningún otro equipo podría ser tan feliz.
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